Una veintena de embozados ocupó ayer por la tarde, con violencia, el plantel Azcapotzalco del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), que había sido liberado por la mañana tras un paro de labores que empezó el lunes en protesta por la agresión que la semana pasada sufrió una alumna por parte de encapuchados dentro de la escuela.

Luego de una confrontación que duró casi una hora con docentes y trabajadores –a quienes arrojaron piedras, explosivos y otros objetos–, el grupo beligerante, constituido en su mayoría por mujeres, tomó control de las instalaciones. Más tarde, después de una asamblea, anunciaron que se mantendrán dentro del plantel por tiempo indefinido.

La UNAM condenó los hechos y la violencia que sólo busca desestabilizar la vida universitaria e informó que el ataque dejó 14 lesionados, ninguno de gravedad.

La Universidad Nacional no acepta el maltrato ni la agresión contra el personal administrativo y académico como tampoco contra las alumnas y los alumnos, ni ataques como el de hoy que buscan desestabilizar la vida universitaria, por eso entregará a las autoridades ministeriales todos los elementos a su alcance para que se proceda penalmente contra los responsables, expresó la institución en un comunicado.

También repudió esta nueva embestida violenta ejercida por grupos que actúan de manera delincuencial, contraria al espíritu universitario, y exige la inmediata devolución del plantel a quienes, fuera de toda legalidad, lo tomaron por la fuerza.

El director del CCH Azcapotzalco, Javier Consuelo Hernández, dijo en entrevista que entre los embozados fueron identificadas personas ajenas a los estudiantes.

Durante la ocupación de las instalaciones –con una matrícula de 12 mil alumnos– una profesora logró quitar la capucha a una de las rijosas. Se trataba de una mujer de más de 40 años que no fue identificada como integrante de la comunidad del plantel, dijo el directivo.

Profesores narraron que durante la toma del plantel solicitaron apoyo al 911 y a las autoridades de la Ciudad de México, pero la ayuda nunca llegó.

Estudiantes que no participaron dijeron que fueron alumnas las que ocuparon el plantel y que lo hicieron porque por la mañana fueron desalojadas por la fuerza.

Según información publicada en redes sociales por los colectivos que mantenían ocupada la escuela desde el lunes, por la mañana ingresaron trabajadores con grupos porriles. Después de una serie de intimidaciones rompieron el paro y entraron al plantel a perseguir a las compañeras y realizar destrozos.

Mientras, en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, luego de una jornada de protestas pacíficas, una asamblea estudiantil acordó empezar el paro por tiempo indefinido en protesta por la relección del director Francisco Suárez Güemes, que esta semana fue designado por la Junta de Gobierno de la UNAM para un segundo y último periodo de cuatro años.

De acuerdo con los alumnos, durante la gestión del directivo no se han atendido las exigencias estudiantiles de seguridad y atención a las denuncias por acoso, entre otros puntos.

Señalaron que, por ejemplo, en los centros de enseñanza ubicados afuera de la ciudad ha habido asaltos y robos a mano armada sin que las autoridades aumenten la seguridad.

Con este son 12 los planteles cerrados en la UNAM, pues siguen sin clases las sedes Sur y Oriente del CCH, las preparatorias 3, 6, 8 y 9, además de las facultades de Filosofía, de Ciencias Políticas y Sociales, de Sicología y de Artes y Diseño, que en conjunto suman más de 80 mil estudiantes.