Sábado 29 de febrero de 2020, p. 22
Estambul. Turquía y Rusia intentaron desactivar ayer una escalada militar en Siria, donde ataques y represalias entre fuerzas de Ankara y de Damasco causaron decenas de muertos en la ciudad fronteriza de Idlib y otras regiones. Ante el incremento de hostilidades, la Organización de Naciones Unidas pidió una una acción urgente y llamó a un alto el fuego.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su par ruso, Vladimir Putin, expresaron en una conversación telefónica su “seria preocupación por la crisis que hay en la norteña ciudad de Idlib, y decidieron estudiar la posibilidad de celebrar una cumbre
para reducir la tensión militar y diplomática en la región, que podría realizarse el 5 y 6 de marzo, según el Kremlin.
El jueves murieron al menos 33 militares turcos en ataques del gobierno sirio, fuerte aliado de Rusia. Turquía ha enviado a miles de soldados y equipo militar a Idlib en una incursión sin precedente para apoyar a los rebeldes en la ofensiva contra las fuerzas del presidente sirio, Bashar al Assad.
En represalia, las fuerzas turcas mataron a 31 soldados sirios durante la madrugada de ayer con intensos bombardeos en las provincias de Alepo, al norte de Siria; Hama, al centro y Latakia, al oeste, además atacó con fuego de artillería objetivos militares en la frontera de Idlib, informó el diario turco Daily Sabah.
El ministro de Defensa de Turquía, el general Hulusi Akar, aseguró que las tropas bajo su mando han matado a 329 militares sirios y han alcanzado 200 objetivos gubernamentales tras el ataque del jueves, agregó el rotativo.
Casi un millón de sirios han sido desplazados durante los pasados tres meses, en el mayor éxodo de la guerra que comenzó en 2011.
En este contexto, el Frente Nacional para la Liberación, una coalición de facciones rebeldes sirios apoyada por el ejército turco, informó que recapturó la estratégica ciudad de Saraqeb, lo que supone el primer revés significativo para la ofensiva militar de Assad, respaldada por Rusia, después de lograr rápidos avances.
Ankara exige la retirada de las tropas sirias en Idlib, bajo la amenaza de lanzar una operación militar en la zona, mientras Damasco sostiene que la presencia turca castrense en la región vulnera su soberanía. Moscú acusa al gobierno de Erdogan de ayudar a “terroristas en el territorios sirio
.
Mientras hablaba con Putin, Erdogan movilizó apoyos diplomáticos en el seno de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), conversó con su par de Estados Unidos, Donald Trump, y amenazó a sus vecinos europeos con permitir el paso de miles de migrantes que buscan desesperadamente refugio en Europa.
Trump le expresó su pésame
a Erdogan por las bajas, las mayores que ha sufrido Turquía en un solo ataque desde el inicio de su intervención en Siria en 2016. Ambos lideres acordaron que el régimen sirio, Rusia y el régimen iraní deben detener su ofensiva antes de que más civiles inocentes sean asesinados y desplazados
, reportó la Casa Blanca en un comunicado.
El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que estuvo en estrecho contacto con Rusia y Turquía para pedir el alto al fuego en la provincia siria de Idlib. El llamado se reforzó en una reunión dura una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad, solicitada por Turquía.