La comunidad estudiantil de la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas (Upiita) Zacatenco, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), aprobó ayer un paro de 48 horas para exigir que sean atendidas sus demandas de violencia de género y mejorar los protocolos de actuación que tiene esa casa de estudios para este tipo de casos.

El paro se da luego de varios días de que la comunidad, principalmente alumnas, colocaron tendederos de denuncias de acoso sexual y hostigamiento en los principales corredores del plantel.

Por su parte, el Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecyt) 13, también el Politécnico, ligaron dos días sin actividades académicas y administrativas, luego de que el pasado martes por la tarde renunciara su director Germán Garduño Herrera, tras varios días de protestas por la violencia de género y la inacción de las autoridades del plantel para combatirlo.

Así, aunque formalmente no existe paro en estas instalaciones, en los hechos es que han permanecido cerradas y todavía no se nombra al director o directora interina.

Lo real es que en varias unidades académicas politécnicas se han presentado de manera creciente una serie de protestas en torno al tema de violencia de género en la institución, y que se ha visibilizado de manera importante a raíz de los llamados tendederos de denuncia organizados por diversos grupos de mujeres organizadas en los planteles de educación media superior y superior de esta institución.

Ayer, medio centenar de alumnas del IPN de varias escuelas marcharon casi 15 kilómetros desde el Casco de Santo Tomás a la Dirección General de esa casa de estudios, en Zacatenco, también para exigir un alto a la violencia de género.

De manera pacífica, y resguardado por elementos de la policía capitalina, el contingente de estudiantes necesitó casi tres horas para el recorrido por Circuito Interior, Insurgentes Norte, Montevideo e Instituto Politécnico Nacional para entregar una carta en la que denuncia el acoso y la impunidad que priva en la institución para combatir este tipo de prácticas.