Lunes 16 de marzo de 2020, p. 2
Ante la pandemia de conoravirus, el agua es un insumo fundamental para la limpieza de manos y evitar contagios; sin embargo, sólo 58 por ciento de los mexicanos tiene agua diariamente en su domicilio –al resto le llega algunos días de la semana– y cuenta con drenaje. La situación más critica está en Guerrero, donde a pesar de que 87 por ciento de la población tiene la toma en su vivienda, sólo 10 por ciento recibe el líquido todos los días, mientras en Nuevo León es 94 por ciento.
Esto reconoce la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en el borrador del Plan Nacional Hídrico 2019-2024, donde menciona que en Guerrero y Chiapas se da la mayor mortalidad infantil por enfermedades diarreicas, 48 por ciento de ellas evitables con medidas de higiene, acceso al agua potable y a instalaciones de saneamiento.
Señala que los servicios de agua y saneamiento permiten la reducción de la mortalidad y morbilidad entre la población menor de cinco años, ladisminución de enfermedades de transmisión por agua (hepatitis viral, fiebre tifoidea, cólera, disentería y otras causantes de diarrea), así como de afecciones por la presencia de químicos disueltos en el líquido como arsénico, nitratos o flúor
.
Por su parte, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, apunta que en 2018 la cobertura en la infraestructura de agua potable era de 92.8 por ciento, faltaba 7.2 por ciento (9.1 millones de personas). Contar con acceso a la red de distribución del líquido no garantiza que la población tenga disponibilidad efectiva de ella en sus viviendas, indica en un balance del rubro hídrico.
Refiere que en el caso de la Ciudad de México, pese a que 96.7 por ciento de las viviendas tienen tomas de agua, a 79.6 por ciento le cae diario, el resto dispone de ella algunos días de la semana. En Morelos, Chiapas, Puebla, Guerrero y Oaxaca, menos de la mitad de viviendas que cuentan con toma domiciliaria conectada a la red pública tienen agua diariamente, indica.
La Conagua señala que el cambio climático y el del uso de suelo afectarán seriamente los recursos hídricos y las fuentes de abastecimiento de agua en todo el país. El incremento de la temperatura y la alteración en las lluvias podrían impactar la disponibilidad y la calidad del líquido en la posibilidad de brindar servicios de agua y saneamiento de calidad.