Martes 17 de marzo de 2020, p. 22
En caso de que el gobierno mexicano decida emitir una declaratoria de contingencia sanitaria derivada de la propagación del Covid-19, que implique la suspensión de labores de las empresas, los patrones deberán respetar los derechos de sus empleados, señalaron especialistas.
En entrevista, Pablo Lezama, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (Amech), indicó que por ley, ante una contingencia epidemiológica que no permita laborar, las compañías no pueden despedir a sus trabajadores, pero sólo están obligadas a pagar salario mínimo.
Lo anterior, si bien es un alivio para las personas de bajos ingresos, es un golpe para todas aquellas cuyo salario es superior, dado que verán mermados sus ingresos.
Es un tema delicado para todo el país y como tal nos preocupa desde el punto de vista de la salud, pero la perspectiva de trabajadores perjudicados también es algo importante, toda vez que las empresas disminuirán su producción.
Al respecto, Enrique Ramírez, director de Capital Humano de la Universidad La Salle, destacó que las empresas más afectadas, en caso de que se declare una contingencia sanitaria que implique la suspensión de labores, serán aquellas que brindan servicios directos.
Indicó que los empleados de las empresas manufactureras y de construcción serán las más perjudicadas, pero también las restauranteras, pues, por ejemplo, los meseros no sólo dependen del salario que brinda la compañía, sino también de las propinas.
Impulso al trabajo remoto
El presidente de la Amech expresó que desde el organismo que encabeza están impulsando, en la medida de lo posible porque cada agremiada es distinta, que se dé mayor importancia al mecanismo de trabajar vía remota, es decir, desde su hogar. Estando en contacto, ya sea mediante correo electrónico o videollamadas.
En este sentido, el directivo de la Universidad La Salle comentó que ahora, cuando México está en la primera fase de la contingencia por el Covid-19, es momento de que las empresas comiencen a tomar medidas de precaución, es decir, a diseñar la manera ideal para que sus trabajadores laboren desde sus hogares.
Estamos en una etapa para planear y hacer pruebas. Muchas compañías no se están preparando, no creen que la situación sea grave, pero si llega a haber crisis las van a agarrar con dedos en la puerta. Además, el impacto no sólo será para los dueños de las empresas. Detrás vienen millones de colaboradores
, advirtió.
Por el lado de los trabajadores, el especialista expresó que también deben acostumbrarse a laborar sin la necesidad de tener un jefe que los esté supervisando. Para eso, apuntó, la empresa debe poner metas que se deben ir cumpliendo.
Dentro de esta crisis, Enrique Ramírez ve una oportunidad para que en México las compañías implementen de manera más recurrente el trabajo fuera de oficinas, dado que respecto de otros países de América Latina hay un gran retraso.