Viernes 20 de marzo de 2020, p. 19
En una medida comparable a las adoptadas durante la crisis mundial de 2008-2009, el Banco de México (BdeM) y la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos acordaron establecer una línea de intercambio de divisas –conocida como swap– por hasta 60 mil millones de dólares. El objetivo es proveer liquidez al mercado, en un momento de alta volatilidad en el comportamiento de la moneda mexicana.
La línea de intercambio fue instaurada por la Fed con los bancos centrales de México, Australia, Brasil, Corea del Sur, Singapur, Suecia, Dinamarca, Noruega y Nueva Zelanda. Por ese mecanismo, el banco central estadunidense aceptará moneda de esos países a cambio de dólares, hasta por un monto combinado de 450 mil millones de dólares y estará vigente por al menos seis meses.
Este mecanismo es similar al que se aplicó a través de líneas de swaps durante la crisis de 2008 a 2009.
El BdeM explicó que estos mecanismos están diseñados para contribuir a reducir las tensiones en los mercados globales de financiamiento en dólares, mitigando así los efectos en el otorgamiento de crédito para el mercado interno y externo.
La Fed tiene acuerdos permanentes de swaps con los bancos centrales de Canadá, Inglaterra, Japón, Suiza y el Banco Central Europeo.