La actividad económica en México arrancó el año estancada, en enero no varió respecto a diciembre y decreció 0.7 por ciento en su comparación anual, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El dato –para un mes en que todavía no hubo medidas contra el coronavirus– exhibe que la actividad económica ya iba a la baja sin la pandemia y se suman las condiciones para que en los próximos meses se vean daños importantes al empleo, refirieron analistas financieros.

En el Indicador Global de Actividad Económica (IGAE), que es una aproximación a corto plazo para el producto interno bruto (PIB), las actividades primarias (agricultura, silvicultura y pesca) se contrajeron 0.3 por ciento mensual, pero crecieron 1.3 frente a enero de 2019, mientras las industrias incrementaron 0.3 por ciento mensual y cayeron 1.7 por ciento anual.

Fue el sector de servicios –que genera casi siete de cada 10 pesos en la economía mexicana– el que mostró la mayor baja. Se redujo 0.2 por ciento, tanto en su comparación mensual como anual. Con ello acumula 16 meses consecutivos de retroceso.

Lo anterior implica que el escenario base para la economía mexicana, sin considerar la pandemia, ya mostraba una tendencia a la baja al inicio del año, resumió a inversionistas Gabriela Siller, directora de análisis financiero de Banco Base.

Despunta el subempleo

El Inegi también reportó que la proporción de trabajadores que se encuentran ocupados en un actividad económica, pero trabajan menos horas de las que están disponibles, ganan menos ingresos, o sacan menos partido de sus competencias, saltó 1.8 por ciento en febrero, respecto del mes inmediato anterior, con lo que el indicador registró su mayor crecimiento desde julio de 2006, es decir, en más de 13 años.

Asimismo, incrementó 2.5 por ciento respecto a febrero de 2019, dando como resultado que 9.3 por ciento de la población económica activa en el país labore por debajo del tiempo o necesidades que tiene.

La tasa de desempleo en febrero se mantuvo en 3.7 por ciento a nivel nacional, igual que el mes previo, pero superior a 3.4 por ciento de febrero de 2019 y su mayor nivel desde 2016. Esto se da en un mercado laboral donde 56.3 por ciento de los trabajadores se ocupan en la informalidad.