La investigadora Elvira Popova disertó, vía Facebook Live, sobre la necesidad de cultivar ese arte
Sábado 28 de marzo de 2020, p. 4
El arte teatral siempre ha sido visto como factor de sensibilización del ser humano y de paz, y hoy es necesario preguntarnos para qué sirve y si sigue siendo este agente de transformación social, sostuvo la investigadora Elvira Popova durante la transmisión la noche del jueves vía Facebook Live en la cuenta de Conarte Nuevo León, inscrita en la celebración del Día Mundial del Teatro, instituido en 1961 por el Instituto Internacional del Teatro.
El 27 de marzo de 1962 fue la primera conmemoración y desde entonces cada año un personaje relacionado con el quehacer teatral envía un mensaje. El encargado este 2020 fue el dramaturgo paquistaní Shahid Nadeem.
Popova leyó un fragmento de ese mensaje: El teatro tiene un papel, un papel noble, debe dinamizar y hacer avanzar a la humanidad, ayudarla a levantarse antes de que caiga en un abismo
, escribió Nadeem.
Es celebrar ‘‘el convivio teatral como ejercicio de solidaridad y esperanza. Esta es la metáfora más maravillosa que puede haber de la esencia del arte teatral que nos da esta sensibilidad, esta esperanza. Saber que, aunque de manera virtual, todos pertenecemos a este mundo teatral”, dijo Popova.
Ante la emergencia por el coronavirus, es cierto que ‘‘no es lo mismo ver el arte teatral grabado pero podemos aprovechar para ver esas obras, siempre están los textos de los grandes maestros del teatro mexicano como Emilio Carballido, Jaime Chabaud, Sabina Berman, Luis Mario Moncada, Elena Garro, todos los tesoros de la dramaturgia mexicana desde siempre”.
Retornar a los griegos
En páginas como dramared.com y dramaturgiamexicana.com es posible descargar obras, artículos y comentarios. ‘‘Podemos aprovechar para echarnos unos clavados y si queremos leer los grandes clásicos del teatro mundial. También hay que retornar a los griegos, no tengamos miedo a los grandes clásicos, porque hablan del ser humano, la familia, las relaciones humanas. De los autores griegos a Shakespeare y contemporáneos internacionales. Todos hablan del ser humano. Estamos para compartir nuestras debilidades, alegrías sufrimientos, por qué somos como somos. Es el arte teatral como el arte del aquí y el ahora, del momento presente que siempre estará vivo.”
Reconozcamos ese arte como una necesidad y cada vez que se emprende una obra ‘‘hay que preguntarnos para qué, de qué manera puedo aportar, qué inquietudes mías puedo hacer que se conviertan en inquietudes para otros y compartirlas con más colegas. Si no nos hacemos este cuestionamiento podemos producir un montón de obras, de proyectos de investigación sin trascendencia. Necesitamos preguntarnos para qué y para quién. Sin este cuestionamiento no podemos emprender nada nuevo”.