Sábado 28 de marzo de 2020, p. 25
Jerusalén. El principal partido opositor al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, Azul y Blanco, será disuelto debido a que su líder, Benny Gantz, encabezará un gobierno de unidad con Netanyahu, se informó ayer.
Gantz, ex jefe militar israelí y principal rival de Netanyahu, está entablando las conversaciones finales para formar un gobierno de unidad con Netanyahu en un intento por superar un año de estancamiento político, indicó el Canal 12 de la televisión israelí.
Gantz ha seguido adelante a pesar de que su socio, Yair Lapid, ex ministro de Finanzas y número dos de Azul y Blanco, se opone. Lapid ha señalado en repetidas ocasiones que este partido de centro no participará en un gobierno con Netanyahu debido al juicio sobre corrupción en contra del primer ministro programado para iniciar el 24 de mayo.
Lapid y Moshe Yaalon, ex ministro de Defensa e importante miembro de Azul y Blanco, presentó una solicitud oficial para dividir el partido Azul y Blanco, una unión de tres facciones que incluye el Yesh Atid de Lapid, el Telem de Yaalon y Resiliencia por Israel de Gantz.
En el nuevo acuerdo entre Netanyahu y Gantz, Netanyahu conservará el cargo de primer ministro y será remplazado por Gantz en 18 meses.
Las puertas se abren ahora, tras más de un año de bloqueo político y tres elecciones legislativas, para un acuerdo con Netanyahu, su enconado rival, primer ministro en funciones y encausado ante la justicia.
Renuncia Edelstein al Knesset
El anterior jefe del parlamento, Yuli Edelstein, del partido Likud, un fiel seguidor de Netanyahu, dimitió el miércoles, obligado por una decisión del Tribunal Supremo.
Nadie esperaba que Gantz se postulara ante la Knesset, sobre todo porque ante el persistente bloqueo político, el peor que ha sufrido Israel en su historia, oficialmente era el encargado de intentar formar gobierno, tras las elecciones del 2 de marzo.
Gantz debía presentar en principio la candidatura de un diputado de su formación para ocupar el importante cargo de presidente del parlamento.
Inesperadamente presentó su propia candidatura, y obtuvo los votos del Likud. En la audaz maniobra se dejó sin embargo votos de Azul-Blanco, lo que implica dificultades en su nuevo intento de alianza con Netanyahu.