Sao Paulo. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y su hijo, el senador Flavio Bolsonaro, promovieron ayer, desde sus redes sociales, mensajes en contra de las restricciones a la libre circulación como medida para contener el avance del Covid-19; y el uso de la hidroxicloroquina como remedio eficaz para aquellos infectados, en momentos que la nación, una de las más afectadas en América Latina por la pandemia, ya registra 3 mil 417 contagios y 92 muertes.

El pueblo quiere trabajar, escribió el mandatario en Facebook junto a un video de una caravana de vehículos que celebra la reapertura de comercios y escuelas en el sureño balneario de Santa Catarina. En otro mensaje, reiteró sus críticas a los confinamientos en las principales ciudades del país, como en Sao Paulo, al sostener que su consecuencia podría ser más mortal.

Flavio distribuyó en Facebook un video que termina firmado por el gobierno federal y que lleva por eslogan central Brasil no puede parar. El mandatario, quien califica al nuevo virus como una gripecita, minimiza la gravedad de la pandemia en el país y ataca a los medios de comunicación y a los gobernadores que, a su juicio, quieren paralizar la economía nacional.

Bolsonaro afirmó ante periodistas y seguidores que los gobernadores y alcaldes que determinen el cierre obligatorio de comercios deberán costear el pasivo laboral, y aseguró que el gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, iba a reabrir el comercio el lunes. Pero en una entrevista con el diario O Globo Rocha desmintió de inmediato que tenga esos planes.

El mandatario anunció medidas de apoyo a pequeñas y medianas empresas que se verán afectadas por el freno económico provocado por la crisis sanitaria mundial.

Los Bolsonaro continúan con la difusión de testimonios de personas que se han curado con hidroxicloroquina, usado para tratar malaria, lupus y artritis reumatoide. Sin embargo, las autoridades sanitarias locales e internacionales no recomiendan el medicamento al desconocer su efectividad ante el Covid-19.

América Latina ya registró 10 mil 435 casos y 223 decesos, por lo que varios gobiernos han aumentado las restricciones y medidas de seguridad entre la población para detener la propagación del virus. Además aplican más medidas económicas ante una inminente crisis financiera en la región.

El Sistema de Integración Centroamericana, integrado por Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, indicó que se aprobó un plan de mil 900 millones de dólares para abatir la emergencia fiscal en esta región causada por el coronavirus.

Anclado frente a las costas de Panamá –donde hay nueve muertos y 674 enfermos–, en el crucero Zaandam fallecieron cuatro personas, aunque los representantes de la nave no indicaron los motivos.

La nave, con dos pasajeros infectados y más de 130 con síntomas similares a gripa, arribó la noche del jueves luego de que varias naciones de la zona le negaron atracar por el cierre de fronteras para evitar más contagios.

En Argentina, donde hay 576 infectados y 13 fallecidos, el gobierno cerró a través de un decreto sus fronteras hasta el día 31, por lo que no pueden ingresar extranjeros no residente en el país. En la vecina Uruguay, con 238 contagios, las autoridades anunciaron un recorte de sueldos públicos para recaudar fondos contra el coronavirus.

Ecuador indicó que construirá una fosa común en la ciudad de Guayaquil por el aumento de las víctimas por Covid-19; ya son 36 decesos y mil 595 enfermos.

Bolivia, con 61 pacientes, ya está en la etapa de transmisión local de coronavirus, y en Chile las familias de menores recursos podrán aplazar el pago de servicios básicos y recibir un bono del gobierno para mitigar el impacto económico de la crisis.