El afamado violonchelista Yo-Yo Ma (París, 1955) lanzó el pasado 13 de marzo la iniciativa #Songs-OfComfort con la idea de ayudar a las personas a sobrellevar el confinamiento debido a la pandemia del Covid-19.

‘‘En estos días de ansiedad quise encontrar una manera de continuar el compartir algo de la música que me proporciona consuelo”, escribe el ejecutante en su cuenta de Twitter. Su primera entrega fue Going home (De regreso a casa), tema adaptado de la Novena sinfonía de Antonin Dvorak. Se trata de ofrecer un par de minutos de música de violonchello calmante y reflexiva.

El día 16 Yo-Yo Ma dedicó la sarabanda de la Suite para Violonchello número 3, de Johann Sebastian Bach, a ‘‘los trabajadores en el área del cuidado de la salud”, porque ‘‘nos da esperanza su habilidad para balancear la conexión humana y la verdad científica al servicio de todos nosotros”. El día 19 para deleite de sus seguidores tocó El cisne, de Saint-Saëns.

Contó, el día 24, que ‘‘hace años visité mi amigo #MisterRodgers con la finalidad de tocar la siguiente canción (no da el nombre). Esto es para los niños y sus adultos que están en casa juntos. ¡Canten conmigo! Árbol Árbol Árbol /Árbol Árbol Árbol... / Te amamos / Si, es cierto /Sí, es cierto / Te amamos”.

El 27 de marzo subió a su cuenta de Twitter: ‘‘Para Italia. Morricone, de La leyenda de 1900 (La leggenda del pianista sull’oceano)”.

Yo-Yo Ma ha dicho que ‘‘la música, como toda la cultura, nos ayuda a comprender nuestro entorno, cada uno y nosotros mismos. Lacultura nos ayuda a imaginar un mejor futuro. La cultura ayuda a convertir ‘ellos’ en ‘nosotros’. Y esas cosas nunca han sido másimportantes”.

También ‘‘todas las cosas que amo acerca de la vida más allá de la música tienen que ver con las personas, y tocar el violonchelo me permite realizar todos esos intereses por medio de la música”.

Y ‘‘como músicos trascendemos la técnica con el fin de buscar las verdades en nuestro mundo de una manera que da sentido y sustancia a los individuos y las comunidades. Ese es arte para el bien de la vida.

‘‘La música es sonido y energía en el espacio... Pega en el oído, de alguna manera lo interpretamos y ordena el caos. Une a las personas –no existe ninguna cultura que no tenga música–. Aparece durante los tiempos importantes en las vidas de las personas. Expresa cosas. Es muy difícil definir a la música porque es muy efímera; sin embargo, su efecto es por lo general siempre acerca de algo más grande que uno mismo.”