Madrid. Los estragos de la pandemia del Covid-19 en España empeoran, pues el número total de infectados ya se acerca a los 100 mil, con 95 mil 923 casos en total hasta ayer. El número de fallecidos en un día alcanzó el máximo histórico de 849, mientras que el total de defunciones ascendió a 8 mil 464. Los pacientes internados en estado crítico en los hospitales son cerca de 6 mil.

Pese a esto, el gobierno del socialista Pedro Sánchez insiste en expresar un moderado optimismo ante lo que él considera una tendencia a la baja del número de infectados; cifra que todos los expertos cuestionan por la escasez de pruebas rápidas en el país.

Cada mañana, a las 11:30, el ministerio de Sanidad español ofrece lo que ya se conoce como el parte de guerra: las estadísticas recabadas en las 17 comunidades autónomas del país y que ofrecen a diario un panorama de los estragos de la pandemia en España. En el país, el virus se ha extendido por todas las regiones, si bien donde más mortífero ha sido es en Madrid (3 mil 603 fallecidos), Cataluña (mil 672) y Castilla La Mancha (708). En otras regiones, como Andalucía, con más de 6 mil infectados, la tasa de mortalidad ha sido mucho más baja, con 248 defunciones. Expertos atribuyen esta singularidad a las condiciones climáticas, pues es una zona con temperaturas más altas.

En España han muerto 8 mil 464 personas, número sólo superado por Italia, que alcanzó ayer los 12 mil 424 muertos. Está cifra podría ser rebasada por la de defunciones en España si el incremento de fallecimientos se mantiene.

La situación de los muertos en Madrid sigue desbordada, por lo que ya empezó a funcionar una nueva morgue improvisada, con lo que además del Palacio de Hielo –una pista de patinaje y centro comercial reconvertido en recinto para cadáveres– se sumó ahora el edificio público Ciudad de la Justicia, que ya empezó a recibir cuerpos.

En medio del drama humano, el caos y el colapso sanitario, el gobierno aprobó un nuevo paquete de medidas para hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de la pandemia. Al primer plan de emergencia, con el que aspira a inyectar hasta 200 mil millones de euros en la recaída economía española, ahora se suma una serie de programas de ayuda a algunos sectores especialmente vulnerables, el trabajo doméstico y temporal. También se prevé un plan de préstamos excepcionales para los inquilinos que no puedan afrontar el pago de la renta de su vivienda, para lo que el Estado les ayudará con hasta seis meses de su mensualidad. También se aprobó una cláusula para que los trabajadores autónomos puedan aplazar hasta seis meses su contribución mensual a la seguridad social.