Viernes 3 de abril de 2020, p. 25
Karachi. Un tribunal de Pakistán conmutó ayer la pena de muerte a que había sido condenado el extremista Ahmed Omar Saeed Sheikh, nacido en Reino Unido, por el asesinato del periodista estadunidense Daniel Pearl, cometido en 2002, en una decisión que fue rechazada por Washington.
De acuerdo con la defensa de Sheikh, la sentencia fue conmutada por siete años de cárcel. Como Sheikh ha estado en prisión desde 2002, se espera que sea liberado en breve, aunque el tribunal aún no toma una decisión en ese sentido, indicó el equipo de defensa.
Pearl, de 38 años, era el jefe de la oficina del periódico The Wall Street Journal para el sureste asiático cuando fue secuestrado y decapitado en Karachi, en 2002, mientras investigaba una historia sobre militantes islamitas.
Un video que mostraba la decapitación de Pearl fue entregado al consulado de Estados Unidos en esa ciudad casi un mes después.
Sheikh fue arrestado en 2002 y sentenciado a muerte.
En enero de 2011, un informe publicado por el Proyecto Pearl, en la Universidad de Georgetown, en Estados Unidos, aseguró que hombres equivocados fueron condenados por el asesinato del periodista.
La investigación, dirigida por Asra Nomani, amiga de Pearl y ex colega del Wall Street Journal, y una profesora de la Universidad de Georgetown, concluyó que el periodista fue asesinado por Khalid Sheikh Mohammad, uno de los supuestos cerebros de los ataques del 11 de septiembre de 2001, y no por Ahmed Omar Saeed Sheikh.
Mohammad, quien se proclamó autor intelectual de los ataques del 11 de septiembre, fue arrestado en Pakistán en 2003 y se encuentra detenido en la base naval estadunidense de Guantánamo.
Los analistas indicaron que los asesinos actuaron para vengar el apoyo de Pakistán a la guerra de Estados Unidos contra el régimen de los talibanes en Afganistán, que albergaba al grupo Al Qaeda, responsable de los atentados del 11 de septiembre.
En tanto, Estados Unidos criticó la decisión, que calificó de una afrenta a las víctimas del terrorismo en todas partes
, sostuvo Alice Wells, diplomática para el sur de Asia.