El cerco metálico que instalaron autoridades de la alcaldía Iztapalapa al pie del cerro de la Estrella y calles del centro de la demarcación evitó aglomeraciones durante la 177 representación de la Pasión de Cristo, que este año fue diferente ante la emergencia sanitaria que vive la ciudad por la pandemia del Covid-19.

En esta ocasión no se hizo el recorrido por los ocho barrios, tampoco se subió a la parte más alta del citado cerro y los miles de espectadores tampoco estuvieron, pero según los organizadores se logró que 5 millones de personas vieran la escenificación desde sus casas.

Otros grandes ausentes fueron los miles de nazarenos que cada año recorren las calles de los ocho barrios con una pesada cruz, proporcional al tamaño de la penitencia que se impusieron pagar. Son familias enteras que se movilizan para dar gracias, cumplir una manda o pedir salud para un familiar.

Escenificar la Pasión de Cristo es lo más importante para los habitantes de Iztapalapa, ya que participan –según sus estadísticas– más de 2 mil personas que hacen el papel de nazarenos; hay niños, jóvenes y adultos que son parte importante de la representación sin conformar el elenco principal y ellos fueron los que ayer se quedaron en casa, señaló la alcaldesa Clara Brugada.

Al término de la crucifixión, la funcionaria afirmó que la decisión de no salir de los hogares evitó miles de contagios y triunfó el programa Quédate en casa.

Concluimos la parte más importante y celebramos la Semana Santa en una contingencia nunca antes vista. Al cancelar la procesión pública y los recorridos en las calles evitamos miles de contagios y la perdida de vidas humanas.

Recordó que cada año esta puesta reúne a mas de 2 millones de asistentes, y ahora logramos que lo vieran desde casa y así se detuvo la propagación acelerada del virus.

En conjunto con los organizadores de la Semana Santa en Iztapalapa, se anunció que una vez que concluya la contingencia se realizará un recorrido por los ocho barrios para celebrar el fin del confinamiento, por lo que se hizo la invitación a la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, quien según Brugada aceptó acompañarnos en ese momento.

Los habitantes recordaron que el surgimiento de la escenificación fue después de que una epidemia de cólera azotó a la comunidad; como hace 177 años, ahora pidieron que terminara el coronavirus, que a nivel mundial mantiene confinadas a miles de personas para evitar que se contagien.