Estoy profundamente decepcionado de la respuesta europea al Covid-19, escribió el presidente del Consejo Europeo de Investigación (ERC, por sus siglas en inglés), Mauro Ferrari, en una declaración aparecida en el Financial Times el pasado miércoles.

En el documento, Ferrari hacía pública su renuncia inmediata al ERC, después de fallar en su intento de organizar un programa científico a gran escala para luchar contra el Covid-19. Su propuesta fue rechazada por Bruselas, por lo que el nanocientífico anunció a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, su dimisión apenas tres meses después de haber asumido el cargo de la mayor institución científica de la Unión Europea.

Ferrari criticó la completa ausencia de coordinación de políticas de atención a la salud entre los estados miembros, la recurrente oposición a iniciativas de apoyo financiero cohesivo, el cierre unilateral y generalizado de fronteras y la marginal escala de iniciativas científicas sinérgicas.

El vocero de la Comisión Europea, Johannes Bahrke indicó que “la comisión lamentaba la renuncia del profesor Ferrari en esta etapa temprana de su mandato… y en esta época de crisis sin precedentes en los que el papel de la UE es clave”.

De acuerdo con su carta, el científico italoamericano quería establecer un programa para combatir la enfermedad, misma que él consideraba una tragedia de posiblemente proporciones inéditas.

Pensé que en tiempos como estos, los mejores científicos del mundo debían ser provistos de recursos y oportunidades para luchar contra la pandemia, con nuevos medicamentos, nuevas vacunas, nuevas herramientas de diagnóstico, nuevos enfoques dinámicos de comportamiento basados en la ciencia para remplazar las a menudo improvisadas instituciones de líderes políticos, escribió Ferrari.

El mismo día, el Consejo Europeo de Investigación emitió su propio comunicado sobre el tema. El profesor Ferrari mostró una completa falta de aprecio a la razón de ser del ERC para apoyar una excelente ciencia fronteriza, diseñada e implementada por los mejores investigadores de Europa.

De acuerdo con el documento de la ERC, Ferrari también faltó a muchas reuniones importantes de la Comisión, intentó promover sus propias ideas a través de iniciativas personales y estuvo involucrado en proyectos comerciales y académicos que competían con la carga de trabajo que tenía en la institución.

Sobre la propuesta rechazada descrita por Ferrari en su carta, la ERC aseguró en su respuesta que no apoyamos una iniciativa especial porque ese no es nuestro cometido, y la Dirección General de Investigación e Innovación de la Comisión, con la que estamos vinculados, ya estaba muy activa en el desarrollo de nuevos programas para apoyar esta investigación a través de los canales apropiados. Según la ERC, hay más de 50 proyectos en curso o finalizados por un total de aproximadamente 100 millones de euros para combatir la pandemia de Covid-19.

Al concluir su carta, Mauro Ferrari consideró que los tiempos requieren acciones decisivas, enfocadas y comprometidas. También aseguró que regresará a las trincheras para pelear en contra del Covid-19, con verdaderos recursos y responsabilidades, alejado de las oficinas en Bruselas, donde mis talentos políticos son claramente inadecuados, y una vez más al verdadero servicio de aquellos que necesitan nuevas soluciones médicas.