Lunes 13 de abril de 2020, p. 30
Mexicali. BC., Me ocurrió algo increíble. Me acaban de sacar de Superchivas Islas Agrarias por ser enfermera
, informó la asistente médico Merliz Montoya Palafox en redes sociales, luego de que el gerente del citado supermercado le prohibió entrar a comprar víveres –pues portaba el uniforme de la clínica donde trabaja, en Mexicali– quien le dijo que actuaba por disposición oficial
. Agregó que salió del lugar llorando, sin comprar la despensa que necesitaba, luego de concluir su turno laboral.
El mensaje alarmó primero a sus familiares y amistades. Después, enfermeras recurrieron a la organización civil Centro de Defensoría Técnica de Derechos Humanos de Baja California (Cdtdhbc), la cual exigió a las autoridades protocolos de protección para los médicos y las enfermeras durante la pandemia.
Merliz Mendoza recibió a continuación mensajes de solidaridad y denuncia, pero también consignas discriminatorias; unos convocaron a boicotear a la cadena de supermercados Superchivas, otros pidieron sensibilidad para los profesionales de la salud y unos más justificaron la actitud del gerente.
La directora del Cdtdhbc, Sandra Esquer, advirtió que las actuales condiciones sociales propician falta de garantías de seguridad del estado a médicos y a sus asistentes, quienes se hallan en una categoría especial de riesgo al coronavirus y se exponen a actos de odio que atentan contra su dignidad. Consideró que los gobiernos deben ofrecerles protección jurídica, imprescindible durante la emergencia sanitaria para salvaguardar su dignidad humana.
Horas después, la empresa de origen mexicalense se deslindó de la actitud de su empleado. Aseguró que no correspondió a sus valores, y localizó a Montoya para ofrecerle disculpa pública por el hecho. Las autoridades no han reaccionado.
De la sorpresa al llanto
La enfermera narró que la tarde del sábado, una vez que concluyó su turno de trabajo, visitó el mercado Superchivas ubicado en la carretera a la comunidad Islas Agrarias del municipio de Mexicali, cuyos empleados le cerraron el paso.
Le hablaron al gerente porque yo me reí cuándo me dijeron eso. No lo podía creer
. Al verla con su uniforme, el sujeto le advirtió que por disposición oficial
no podría permanecer en el establecimiento. En redes sociales, la enfermera aseguró: salí llorando
.