Madrid. Después de más de dos años sin publicar material, Izal lanza La buena sombra, un single que supone su primer lanzamiento desde Autoterapia (Hook Ediciones Musicales, 2018).

La canción transmite el sencillo mensaje de que cualquier experiencia negativa aporta algo positivo. La letra y la melodía son un himno al optimismo y a ver el lado bueno de las cosas, algo tan necesario en estos momentos difíciles.

El proceso de grabación fue complicado, pero apasionante, y es que se realizó desde los domicilios de cada componente del grupo en esta cuarentena, con los medios de los que cada uno disponía en casa.

A partir de una composición grabada por Mikel, los cinco integrantes de Izal pusieron manos a la obra: intercambiarios ideas por teléfono y correo electrónico hasta llegar a la versión final.

Después, grabaron cada instrumento y voces por separado y las enviaron a Santos, quien hizo la mezcla de sonido desde su hogar, con unas herramientas que rescató de su estudio antes de comenzar el confinamiento. Un trabajo complejo al que Fluren aportó su granito de arena también desde su casa.

De igual modo, desde su estudio casero, Ángela Notario (AfterliVe Films), realizadora de los últimos videos de la banda, montó las imágenes de la grabación de cada instrumento y compuso un nuevo clip.

Como colofón, la artista Rebeca Khamlichi elaboró una serie de preciosas animaciones coloristas que supusieron la guinda de este pastel cocinado en casa por un equipo de personas más unidas que nunca a pesar de la distancia.

La buena sombra se publicó ayer, fecha en la que Izal tendría que haber celebrado la primera de sus dos noches en el WiZink Center de Madrid como fin de gira. Estos conciertos, junto a los de Bilbao, Murcia y Valencia, formaban parte del tour El final del viaje y fueron aplazados por la pandemia.