En esta temporada de cosecha de fresa laboran 40 mil personas en un centenar de centros agrícolas
Domingo 19 de abril de 2020, p. 21
Mexicali, BC., El principal recurso para abatir el coronavirus es el agua y en muchas comunidades de San Quintín no la tenemos, asegura Lucila Hernández, dirigente de Alianza de Mujeres de Diversos Colores.
En San Quintín trabajan 40 mil jornaleros en un centenar de campos agrícolas durante esta temporada alta de la fresa, y aunque se encuentran en riesgo por las condiciones laborales, lo que más preocupa a las organizaciones de jornaleros son los saliendoypagando, aquellos trabajadores que se contratan por jornada diaria. Ellos son los que corren mayor riesgo, enfatiza.
Esta población, que se calcula en mil jornaleros en el sur de Ensenada se encuentra en una condición de mayor vulnerabilidad al care-cer de seguridad social y de vigilancia por parte de patrones e instituciones de salud, advierte Hernández.
El agua es uno de los principales problemas de los jornaleros, asegura a La Jornada; estamos abandonados por el gobierno: apenas pusieron hace una semana el filtro sanitario y ahora los que sí han respondido son las empresas
.
La lideresa asegura que en los campos, la mayoría de empresas pusieron a disposición de los obreros agrícolas agua, jabón, gel antibacterial y cubrebocas, aunque la mayoría de los jornaleros se colocan paños en el rostro y la cabeza.
En los campos sí hay agua, pero en las casas no, expresa esta luchadora social que realiza trabajo comunitario con mujeres en este lugar, que en 2024 se convertirá en el sexto municipio de Baja California por acuerdo del Congreso local.
“Falta el vital líquido en las colonias apartadas, pr ejemplo en Santa María Los Pinos hay tubería, pero no agua, tampoco en Las Aves y San Francisco, donde se requiere de manera inmediata, pues la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (organismo que administra el agua) envía pipas cada 30 o 40 días y la necesidad hace que se compre el líquido a piperos particulares.
Lucila Hernández es habitante de la colonia Santa María, contigua al rancho Los Pinos, una de las principales agroindustrias de esta zona, quien asegura que ésta fue una de las que acataron el acuerdo sanitario y enviaron a resguardo domiciliario con salario a los adultos mayores, a quienes tienen diabetes o asma y a mujeres embarazadas. Eso ayuda, pues del gobierno tampoco nos han llegado despensas
, señala. Las empresas que tienen más riesgo son las pequeñas que van a resentir la escasez de agua y no van a soportar los estragos del Covid-19.
Hay preocupación en San Quintín, porque algunas compañías se resisten pero, a cambio, adoptaron la modalidad de transportar a los campos a un jornalero por asiento y entregan cubrebocas, más agua y jabón para sus trabajadores.
Entre las empresas que se han negado a dar protección a sus trabajadores se encuentran la de Popo García y la que antes era Rancho Seco, aunque hay más que deben ajustarse al acuerdo sanitario.
El riesgo latente, señala Lucila, es la gente que anda en la calle, se pasea y no hace nada, a diferencia del jornalero que del trabajo se va derecho a su casa.