Expertos en medicina clínica y bioética alertaron que la Guía bioética de asignación de recursos en medicina crítica, elaborada por el Consejo de Salubridad General, incluye un modelo de ética basado en el utilitarismo, que no es para asignar recursos. Es un modelo de ética duro, que propone el mayor bien para el mayor número de personas, pero atenta contra grupos vulnerables, que quedan expuestos.

Armando Garduño, jefe del Departamento de Soporte para la Calidad de Vida del Instituto Nacional de Pediatría, y Remigio Véliz Pintos, presidente del Comité de Ética de la Sociedad Mexicana de Pediatría, destacaron que en la bioética hay otros modelos que deben considerarse, porque nos quedamos en un análisis muy limitado, y no se incluyen aspectos como el respeto a los derechos de las personas de la tercera edad, pero también el valor de la compasión y el importante papel que tiene la decisión del paciente.

Consideraron que el modelo de bioética que propone el documento ante un escenario en el que se rebase la capacidad hospitalaria ante la pandemia de Covid-19, establece decisiones cruentas, como las que se toman en las guerras, que han cimbrado no sólo a la sociedad, también a la práctica de la medicina, pues los médicos ahora deben decidir quién vive y quién muere.Por ello, dijeron, es discriminatorio y atenta contra los derechos humanos, que decisiones como a qué paciente se le da un respirador, dependan, por ejemplo, de su edad, sin tomar en cuenta la gravedad y las posibilidades de recuperación de los enfermos.

Existen modelos de bioética que tienen que ver con la calidad de vida de las personas, las preferencias que tiene el paciente, el avance de la enfermedad, así como el modelo denominado Ética de las Virtudes, que viene desde los tiempos de Aristóteles, en el que la benevolencia, la prudencia y la compasión ayudan mucho en la toma de decisiones.

Se requiere de médicos que hagan humanitaria a la medicina, que respeten la dignidad, los derechos. No se trata de que una comisión de emergencias atropelle los derechos y la dignidad de las personas, expresaron.

De allí que, subrayaron, lo que dice esa guía no representa los valores que tiene la medicina, que además puede crear una sensación de abandono para los pacientes de Covid-19 de más edad.

Al señalar que en la elaboración de dicha guía se debió tomar en cuenta a quienes viven día con día la práctica de la medicina y no solamente a los tecnócratas, señalaron que se requiere de un documento que respete la dignidad humana, evitando que la vida de un ser humano pueda ser definida por lanzar una moneda al aire, lo que ha desnudado a una medicina técnica, y que ha sido una ofensa para la sociedad, concluyeron.