Especialistas en educación, directores y profesores frente a grupo afirmaron que aun con el eventual regreso a clases el 1º de junio, es posible salvar y recuperar el ciclo escolar 2019-2020, pero sólo si se aplican medidas efectivas para recuperar los aprendizajes esenciales y si los gobiernos federal y estatal trabajan de la mano con el magisterio, sin imposiciones.

En entrevista por separado, no descartaron que parte del periodo vacacional de verano se destine a clases, pero también se debe valorar que enfrentamos una situación inédita, que demanda respuestas distintas, y que es necesario comprender que hay grave impacto sicosocial en los alumnos, pero también en los profesores.

César Navarro, profesor-investigador del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora y experto en educación, alertó del riesgo de que caer en la mera simulación sólo para afirmar en el discurso político que todo está bien, cuando en los hechos no es así, como ocurre con el programa de educación en línea, que se lanza como si todos los alumnos tuvieran las mismas condiciones de acceso a Internet y a una computadora, cuando esto no es así.

Adelfo Alejandro Gómez, profesor de primaria con más de 30 años de servicio, destacó que en entidades como Chiapas los municipios tienen condiciones muy adversas, y exceptuando las ciudades de Tuxtla Gutiérrez, Tapachula y San Cristóbal de Las Casas, difícilmente nuestros alumnos tienen acceso a plataformas tecnológicas, por lo que muchas veces estos programas que se diseñan desde un escritorio en la Secretaría de Educación Pública se convierten en mera simulación.

En cuanto al regreso escalonado a las aulas que propone el gobierno en los municipios con bajos niveles de transmisión de Covid-19, de los 123 que existen en Chiapas sólo 48 pudieran tener condiciones de regresar el 17 de mayo. Lo que vemos es que va a ser sumamente complicado, porque hasta 90 por ciento de los profesores no residen en los municipios donde imparten clase.

Francisco Bravo, director de primaria con tres décadas de servicio, indicó que al menos 35 de las 42 semanas del periodo escolar sí se van a trabajar, por lo que es posible salvar el año lectivo. Incluso habría que recordar que durante muchos años el ciclo tenía 180 días de clases, es decir, 20 días menos que ahora.

Destacó que se debe terminar el ciclo escolar por los aspectos sicoemocionales que implicaría: Darlo por perdido afectaría mucho a los niños, aparte de las condiciones de encierro que están padeciendo. Sin embargo, destacó que es esencial que cualquier decisión se tome considerando a los maestros, quienes tenemos disposición, pero no queremos padecer nuevas imposiciones.