Lunes 20 de abril de 2020, p. 33
Desde hace más de dos décadas, Laura Narciso vendía antojitos mexicanos en un puesto semifijo ubicado en la colonia Narvarte Poniente, en Benito Juárez, pero desde la semana pasada se dedica a la venta de maquillajes, debido a que por la emergencia sanitaria tuvo que cerrar el local conocido como El Rojo.
Laura se quitó el mandil y la cofia que acostumbraba portar todos los días en el puesto donde se combinaban los olores de sopes, gorditas, pambazos, tacos de bistec, de chorizo, quesadillas de champiñones, queso y chicharrón.
Ahora viste ropa formal, acentuó su maquillaje y de su bolsa de mano saca tarjetas de presentación que entrega a mujeres que caminan por la Plaza de la Transparencia, a quienes invita a formar parte de la marca de maquillaje y fragancias Mary Kay, para que, al igual que ella, dice, sean independientes, triunfadoras y cumplan sus sueños, como comprarse una casa o un carro
.
Acostumbrada a trabajar y obtener ingresos propios, porque así le enseñaron sus padres, Laura se resiste a que el puesto, ubicado en Diagonal San Antonio, se venga a la quiebra, por eso en cada ocasión que invita a una mujer joven o adulta a unirse a la marca de maquillajes aprovecha para decirles que realicen pedidos de comida por WhatsApp.
Es así como desde la semana pasada ofrece faciales, asesorías de imagen gratis, pero también el menú para hacer entregas en menos de una hora de los pedidos de comida solicitados.
Tengo surtido, poquito de todo: medio kilo de queso, medio de chicharrón, de pollo, de bistec, porque hay poca venta y trato de tener poquito de todo para cuando me pidan
, dijo, y mencionó que una conocida le dio permiso de preparar los alimentos en su domicilio, ubicado cerca de El Rojo.