Tras advertir que la economía mexicana arrastra una de las proyecciones de crecimiento más bajas de la región para este año, con una contracción de 6.5 por ciento, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), consideró que las medidas de apoyo a la economía anunciadas por el gobierno federal de México buscan evitar los errores del pasado.

Sin detenerse en el monto de los recursos, que se prevé será el segundo más bajo de la región para impulsar la economía frente a la crisis más profunda en 90 años, recordó que en el marco de la crisis financiera de 2008-2009 los apoyos pararon en las empresas y profundizaron la concentración de la riqueza. Se socializaron las pérdidas y se privatizaron las ganancias, resumió en conferencia de prensa.

Según Bárcena, en el país, si bien no se propone un rescate indiscriminado de empresas, sí se está evitando el quiebre de éstas.

Aunque el escenario es muy negativo (...) México tiene para ir adelante, con medidas más exigentes, dada la línea de crédito flexible del Fondo Monetario Internacional –que el Presidente aún no quiere usar– y el acceso a swaps con la Reserva Federal.

Bajo la perspectiva de que se podrían perder cientos de miles de trabajos sin mayores apoyos gubernamentales, la cúpula empresarial ha presentado distintos programas que no se han integrado a la estrategia federal. Bárcena aconsejó concentrar apoyos a pequeñas y medianas compañías, con la condición de que mantengan los puestos de trabajo.

De acuerdo con la Cepal, Venezuela se contraerá 18 por ciento este año; le seguirán Ecuador, Argentina y México, los tres con 6.5. En la economía mexicana se apelmazan como agravantes la caída del precio del petróleo, afectaciones al turismo y menor flujo de remesas, dado el deterioro del empleo en Estados Unidos.

El panorama para México este año se inscribe en una caída de 5.3 por ciento del crecimiento de América Latina y una contracción de 2 por ciento para la economía mundial.