México es el tercer receptor de remesas en el mundo, sólo detrás de India y China. Sin embargo, derivado del freno en las cadenas productivas y un despunte en el desempleo en Estados Unidos, se espera que los flujos que recibe el país se desplomen 24 por ciento este año respecto de 2019, informó el Banco Mundial.

Dicho estimado está por arriba del promedio de América Latina, donde se espera una caída de 19.3 por ciento, y resulta mayor al descenso de 12.3 por ciento que marcó la crisis financiera mundial de 2008-2009.

En general, la reducción en los salarios y el riesgo de que se pierdan empleos entre los trabajadores migrantes desacelerarán el envío de estos recursos en todo el mundo. El año pasado las remesas registraron en el mundo un récord de 554 mil millones de dólares. Sin embargo, también histórica será la caída de 20 por ciento este año, cuando se espera terminen en 445 mil millones.

México recibió el año pasado 38 mil 500 millones de dólares –sólo por debajo de India y China, con 83 mil 100 y 68 mil 400 millones de dólares, respectivamente– y con ello, los recursos que enviaron trabajadores a sus familias rebasaron los de inversión extranjera directa, que alcanzó 32 mil 921 millones de dólares, según cifras de la Secretaría de Economía.

Sin embargo, este año el desempleo despunta en Estados Unidos por efectos de la pandemia de Covid-19. El Banco Mundial consigna que sólo en marzo la tasa general de desempleo aumentó a 4.4 por ciento y a 6.3 por ciento entre la población hispana. Cifras más recientes exiben que en cuatro semanas, 22.2 millones de ciudadanos de ese país hicieron solicitudes de desempleo y los sectores más afectados son los de servicios y construcción, donde se emplean los migrantes.

Servicio más caro

El Banco Mundial recalca que si bien se prevé una caída mundial en las remesas, la mayor afectación se enfila para América Latina debido a la dependencia de los flujos de Italia, España y Estados Unidos, los países más afectados por la pandemia.

Si bien la economía mexicana es la mayor receptora de estos recursos en América Latina, el peso de las remesas como proporción del producto interno bruto es mayor en Haití, donde equivalen a 37 por ciento de la actividad económica.

Además de un menor flujo, el BM también prevé que se encarezcan los recursos que llegan a la región. En el primer trimestre del año, el costo promedio de enviar 200 dólares es de 5.97 por ciento, por arriba del 3 por ciento que establecen los Objetivos de Desarrollo Sostenible.