AMLO: periodismo al banquillo // Decadente, no profesional
// Cercano al poder económico // Error: generalizar y centrar en élites
l presidente de la República no se ahorró consideraciones ni señalamientos concretos a la hora de emprender, durante la conferencia mañanera de prensa de este miércoles, su más rigurosa crítica al ejercicio periodístico nacional. Mencionó de manera reprobatoria a su cliente habitual, el diario Reforma, pero también a El Universal, con todo y su plantilla de articulistas; a Televisa y a la aliada perdonable Televisión Azteca. Se refirió negativamente a Carlos Marín (Milenio), a Ciro Gómez Leyva (Imagen Televisión y Radiofórmula) y al director de Excélsior (Pascal Beltrán del Río). Y en términos positivos, como excepciones, mencionó a Federico Arreola ( SDP noticias, portal asociado a Televisa), Enrique Galván Ochoa y Pedro Miguel (de La Jornada, ambos), Jorge Zepeda Patterson (ex director de Sin Embargo y articulista en el diario español El País) y los caricaturistas que siempre han estado adelante
.
Sin ambages, el hombre que habita Palacio Nacional describió lo que a su entender sucede con la inmensa mayoría de los medios de comunicación y sus principales figuras: una decadencia proveniente de no entender la nueva realidad y de persistir en los modelos del pasado reciente, recurriendo por desesperación a la mentira en su conducta pública.
Entrevistados en YouTube en AstilleroInforma 1-3 pm, dos de los mencionados en la mañanera dieron puntos de vista interesantes: Federico Arreola mencionó que hay dueños o directivos de importantes medios que están a la espera de que el gobierno obradorista se vea necesitado, en una circunstancia crítica, de pedir que frenen las campañas en su contra, luego de lo cual se abriría la oportunidad de negociar los contratos publicitarios hasta ahora negados (oportunidad que no se dará en ninguna circunstancia, aseguró el ex director editorial de Milenio, https://bit.ly/3cH0yVm ).
Desde el flanco de los criticados por el Presidente de la República, Ciro Gómez Leyva señaló: simplemente tomo nota de que, de cinco días, en dos se ha referido a mi trabajo de forma despectiva, llena de adjetivos e imprecisiones. Más “somos profesionales (...) y si estamos en el ring del periodismo no soy de los que digo ‘no me pegues’, aunque el golpe sea bajo, o sea sucio” (https://bit.ly/2XWMwuD ).
Pero, más allá de marcas comerciales, nombres y apellidos, lo más polémico de la alocución presidencial es el señalamiento de que entonces, no hay en México un periodismo profesional, independiente (...) lo que tenemos es un periodismo cercano al poder, sobre todo al poder económico, y muy distante del pueblo
. Mencionó, como excepciones, a La Jornada (y su antecedente, aquel Unomásuno) y a la revista Proceso. Precisó que el buen periodismo es el que defiende al pueblo y está distante del poder
.
La andresina revisión crítica del periodismo nacional comete el error (aunque AMLO en el discurso niegue precisamente tal característica) de la generalización: sí hay un periodismo profesional e independiente, que con muchos sacrificios se ha mantenido a lo largo de los años y que ha denunciado y evidenciado hechos negativos de gobiernos anteriores, lo cual mostró la necesidad de cambios profundos en el país y abrió paso a explosiones electorales como la de 2018.
Pero el presidente de México estacionó su visión analítica en las élites (columnistas, articulistas, directivos y dueños de medios) y no en el resto del ejercicio periodístico, sobre todo en los esfuerzos de honestidad e independencia, que sí los hay. También resulta peculiar, como se lo hizo saber la reportera independiente Reyna Haydeé Ramírez, la doble vara para medir el ejercicio periodístico: quebradiza y comprensiva en episodios como el de Javier Alatorre, Televisión Azteca y Ricardo Salinas Pliego, y rígida e implacable en otros casos.
Y, mientras el subsecretario López-Gatell ha aparecido en la portada de la revista Quién, como “ rockstar de la 4T” ¡Hasta mañana!
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