El sistema de justicia laboral podría tener una saturación mayor a partir del 1º de junio, cuando se reactiven actividades, tras los miles de despidos que se han registrado durante la emergencia sanitaria.

Al inicio de 2020, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje empezó con 448 mil casos pendientes, la mayoría de carácter individual, que se han rezagado desde hace varios años, de acuerdo con el informe de labores de dicha instancia presentado al cierre de 2019. Hasta ese momento, sólo mil 479 casos correspondían a procesos por litigios relacionados con contratos colectivos.

La primera etapa del nuevo sistema de justicia laboral, mediante el cual se busca aplicar mecanismos más ágiles para desahogar los casos, está programado para iniciar en las primeras 10 entidades del país hasta octubre, razón por la cual las demandas que se presenten por irregularidades o despidos injustificados relacionados con la contingencia se desahogarán en el sistema tradicional.

Un juicio en este sistema tarda hasta cuatro años en resolverse, pero ahora se vienen miles y miles de nuevas demandas, se estiman tasas de 11 por ciento en algunos países, y cuando las juntas regresen podrían tardar más, explicó Luis Montaño Rendón, abogado laboral y administrador del sitio Despidos Injustificados.

La saturación podría generar un colapso desde el primer día en que se reactiven las funciones, agregó, ya que la ley en la materia establece que para presentar denuncias cuando los hechos se presenten en días inhábiles, se recorren los plazos al día hábil siguiente, lo que podría generar largas filas el 1º de junio.

Explicó que en las denuncias por despido injustificado hay ocasiones en las que la primera audiencia puede celebrarse hasta un año después, por lo cual recomienda no recurrir a un juicio de ese tipo sino a uno de rescisión, con el cual un trabajador puede obtener mejores resultados en menos tiempo.