Pelearon en Managua
Domingo 26 de abril de 2020, p. a11
Anoche, en Managua, se realizó una función gratuita de boxeo cuando el planeta está paralizado por la pandemia del Covid-19. Los organizadores partieron de dos premisas: la primera era auxiliar a los peleadores en un momento de desempleo asfixiante; la segunda, la más criticada en diversos frentes, la postura de un país que desafía los riesgos del coronavirus en su territorio. El promotor de la función, Rosendo Álvarez, ha dicho que asume la responsabilidad, pero confía que primero Dios, ahí no va a pasar nada
.
Afortunadamente en Nicaragua no hay coronavirus
, afirma para La Jornada Álvarez, quien junto a su esposa, Ruth Roa, son los promotores y artífices de esta velada.
Nicaragua, sin confinamiento
Según datos oficiales, el país centroamericano ha presentado 12 casos confirmados de Covid-19 y tres muertes; sin embargo, el gobierno de Daniel Ortega no ha impuesto el confinamiento y sólo recomienda algunas medidas sanitarias; las actividades colectivas, entre ellas el deporte, siguen en curso y recién ordenó el regreso a clases.
Los casos que se han presentado todos han venido del extranjero, igual que las tres personas que lamentablemente murieron
, asegura Álvarez; aquí la gente atiende con disciplina las recomendaciones sanitarias, pero sigue su vida; aquí hay futbol, beisbol y el gimnasio Alexis Argüello debe ser el único abierto en el mundo
.
Pese a esa aparente normalidad, Álvarez señala que los promotores de boxeo en aquel país cancelaron sus funciones y decidieron mantenerse a la expectativa. La situación puso a los peleadores en una situación desesperada, asegura.
Un dilema
Nosotros no buscábamos protagonismo ni nada parecido
, afirma; era un dilema, o seguíamos la tendencia del mundo de cancelar las actividades o apoyábamos a los boxeadores que de pronto se encontraron sin trabajo y sin posibilidad de llevar alimento a la mesa; fueron ellos quienes llegaron clamando por ayuda
.
Las condiciones para celebrar la velada se establecieron con estricto control –asegura Álvarez–; la asistencia estimada es de alrededor de mil personas en el gimnasio Alexis Argüello y se diseñaron varios filtros sanitarios. El dispositivo incluía el control de temperatura de los asistentes, bandejas para desinfectar zapatos, cubrebocas para todos en el foro, guantes de látex, alcohol en gel obligatorio y espacio de dos metros entre cada butaca ocupada.
Todo el pueblo nicaragüense está consciente del riesgo que hay por la pandemia, eso no podemos evitarlo
, sostiene Álvarez; a nadie se obliga a asistir, pero desde la tarde ya había cientos de jóvenes que esperaban; están al pendiente de las instrucciones, pero al mismo tiempo quieren seguir adelante. Primero Dios, aquí no pasará nada
.