Si transcurre más tiempo sin que el gobierno actúe ante la adversidad de los efectos del nuevo coronavirus la economía mexicana no sólo se acercará a una contracción de 10 por ciento anual, sino la situación de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) empeorará, advirtió la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra).

Juan Manuel Chaparro Romero, presidente de fomento industrial de ese organismo, señaló que es urgente que la administración federal instrumente apoyos fiscales extraordinarios, pues sin ellos se corre el riesgo de que 70 por cierto de esas unidades económicas tengan problemas de liquidez e incapacidad para pagar nómina e impuestos en junio próximo.

Sin apoyos fiscales y tributarios agresivos y suficientes del gobierno a las Mipymes formales, México tendría el producto interno bruto (PIB) más bajo de América Latina en los últimos tiempos y un nivel de desempleo nada deseable para el orden social.

Destacó que el gobierno federal debe tener en cuenta que al reducirse la capacidad de pago de las empresas, tanto para sus nóminas como para impuestos, también se perjudicaría lo correspondiente a los trabajadores en pago de impuestos.

Una baja recaudación se reflejará de manera drástica y directa en las arcas públicas; por si fuera poco, existiría también un efecto negativo en el proyecto de reducir la pobreza actual y además complicaría el manejo de la deuda pública actual.

Chaparro Romero destacó que el sector privado insiste en trabajar unido con el gobierno para enfrentar la crisis de mejor manera.

Recordó que, de acuerdo con los resultados de los últimos 10 años, por cada punto porcentual que se reduce el crecimiento del PIB, se dejan de crear entre 190 mil y 235 mil empleos, por lo que si decrece 10 por ciento se podrían perder hasta 2.3 millones de puestos de trabajo.