Gerentes les impiden realizar sus compras
Algunas plazas comerciales están convertidas en verdaderos búnkers // Tablas y vallas impiden el paso
Lunes 27 de abril de 2020, p. 34
La aplicación de la fase 3 de la contingencia sanitaria en la Ciudad de México ha generado políticas discriminatorias contra adultos mayores y mujeres embarazadas, a quienes no se les permite ingresar en algunos supermercados a realizar sus compras; mientras, plazas comerciales se han convertido en edificios blindados o búnkers.
Consumidores denunciaron que en la tienda Costco de Villa Coapa, ubicada en Tlalpan, fueron clausu rados los espacios exclusivos para discapacitados y personas de la tercera edad, con los propios carritos de la tienda.
Una anciana minusválida preguntó a los empleados y acomodadores por qué estaban obstruidos esos lugares preferenciales, y su respuesta fue que el gerente lo había dispuesto así, debido a la contingencia sanitaria
, comentaron.
Mientras, en un establecimiento de la cadena Superama, en Benito Juárez, este fin de semana los empleados, por medio de perifoneo, daban explicaciones ambiguas o contradictorias para limitar el acceso a la tienda de adultos mayores y embarazadas.
Una preguntó: ¿Cómo vamos a comprar lo que necesitamos, si no nos dejan entrar
. Confundido, un vigilante del establecimiento le dijo que sí pueden entrar, pero bajo su responsabilidad
, a lo que la persona respondió: Siempre lo hacemos así
.
En un recorrido por las plazas comerciales Reforma 222, Parque Lindavista, Manacar, Insurgentes y Universidad, así como Pabellón Insurgentes y Del Valle, se observó que los negocios de actividades no esenciales se mantienen cerrados.
El ingreso a sus instalaciones está tapiado con tablas o vallas metálicas y sólo se permite la entrada de una persona por familia, con cubrebocas obligatorio, la cual deambula por pasillos en penumbra, aparadores vacíos y zonas delimitadas.
A diferencia de cualquier domingo anterior a marzo, cuando desde temprano arribaban familias completas a desayunar y durante el día aumentaba su afluencia por la exhibición de películas, hoy están vacías.
Únicamente los cajeros automáticos, las tiendas de mascotas, los servicios de telefonía y algunos restaurantes y locales de áreas de comida rápida ofrecen su servicio para llevar, por lo que jóvenes que prestan sus servicios en Rappi o Uber Eats son los únicos clientes.
Los empleados de algunos de esos establecimientos se turnan las jornadas de trabajo cada semana o cada tercer día para evitar la propagación del coronavirus, lo cual ha reducido sus ingresos, pero lo importante es tener trabajo, porque después de esto quién sabe qué vaya a pasar
.