El desprecio a los jugadores
poyados en sus inescrupulosas maniobras, los dueños de equipos de la Liga Mx siempre han tenido la sartén por el mango. Cada vez más burdamente, con descaro y a la mala, pero se salen con la suya; entonces, ¿para qué agregar tanto desprecio? ¿Por qué ese desdén hacia los jugadores que ya tienen la bota en el cuello…? ¿Qué necesidad?
Enrique Bonilla es la cara visible, el vocero de ese clan que se adueñó del balón sin que ninguna autoridad civil o deportiva se atreva a perturbarlos, y durante la última semana, envalentonado, dijo un par de veces que los jugadores que muestren nivel tendrán trabajo, o –agregó burlón– pueden ir a Panamá y más lejos aún, hasta donde su talento los lleve.
La ingenua AMFpro, asociación de jugadores, creyó que podía aportar ideas para rescatar a la Liga de Ascenso Mx, pero ni Bonilla y mucho menos Yon de Luisa se molestaron en leer su documento. Tampoco se conmovieron ante el video de las esposas e hijos de los ahora desempleados. Ya todo estaba decidido. No sólo aplastan al futbolista, sino que lo menosprecian.
Tampoco escuchan las voces de alerta, los llamados a la prudencia y al sentido común de técnicos y ex directivos que les triplican en conocimientos, no sólo de futbol. Los dueños cayeron en un estado de enajenación que los tiene enfebrecidos, hasta el delirio sueñan con un T-MEC futbolero, donde de un día para otro los guijarros se les conviertan en fajos de dólares.
Asumieron la postura del canalla que es altivo y grosero con los que considera inferiores, y lisonjero y servil con los que ve un peldaño arriba, en este caso la liga estadunidense (MLS). Hay que remarcarlo, también son oportunistas y ventajosos al aprovechar el momento de la pandemia. Y todavía Bonilla se ufana diciendo: La imagen que tenemos en el exterior es buena
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Esa ceguera no les permite echar un ojo a las redes sociales para percibir el enojo popular. Abundan advertencias como: “Vamos a ir a los estadios a gritar ‘puto’ para que los sanciones y les quiten su (aquí una sarta de leperadas) Liga y su Mundial”. A la par, es creciente la expectación y frases de bienvenida hacia la naciente Liga de Balompié Mexicano pidiendo que no hagan las mismas (otro florido exabrupto) que la FMF
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Los federativos han dilapidado décadas en proteger la mediocridad con reglamentos hechos al vapor: Mientras en Europa descienden los dos peores y suben los dos mejores, acá se inventó un rebuscado sistema de cocientes; luego dijeron que se iba a suspender dos años el descenso y ahora agregan seis más. Prometieron eliminar la multipropiedad e ir bajando el número de foráneos; nunca cumplieron.
Más: El Ascenso Mx pide ayuda y le aplican la eutanasia; los jugadores quieren una oportunidad en la liga de su país y los mandan con cajas destempladas a Panamá. ¡Ah!, pero eso sí, se inventan una e-Liga para que su casino favorito y anunciante principal siga captando dinero en el bajo mundo de las apuestas. ¿En Estados Unidos sabrán que el non grato Jorge Hank Rhon –dueño real de Caliente– será el gran beneficiario con la incursión de Xolos y Gallos en la MLS?
Con esa pinta quieren adherirse a la liga estadunidense que –en contraste– se ha expandido a paso firme. En 24 años pasó de 10 a 26 equipos, cada franquicia con valor superior a los 300 millones de dólares, lapso en el que han construido cerca de 15 estadios. Y, lo más importante, cimbraron al mundo con el FIFAgate, en cuyo marco Televisa fue demandada por hacer millonarios sobornos a través de una subsidiaria para tener los derechos de transmisión de los Mundiales 2018, 2022 y 2026.
En este negocio el que conecta con el público, la estrella, es el futbolista, no el dueño. Chivas USA fue el primero en fracasar, en 2014 salió de la MLS tras 10 ajetreados años. En su arranque tuvo impacto al llevar a Claudio Suárez, Ramón Ramírez y Francisco Palencia, pero las piernas no les dieron para mucho, estaban cerca del retiro. Jorge Vergara nunca pudo suplir tan grandes ausencias, la taquilla decayó y debió entregar la franquicia.
Si acaso llega a concretarse el sueño guajiro de una liga de América del Norte es menester que agreguen a los equipos femeniles, es ahí, en el roce constante con las campeonas del mundo, donde estará la mejor ganancia deportiva. Por lo pronto, vienen a continuación las medidas legales que anunció la UdeG y el contrato colectivo que planean exigir los futbolistas, si es que les dura la indignación.