México podrá exportar a Estados Unidos hasta un millón 421 mil 901 toneladas métricas de azúcar en el presente ciclo –más de 26 por ciento de la producción nacional oficialmente estimada–, informó la Secretaría de Economía (SE), luego de que el gobierno de ese país notificó su intención de mantener la vigencia del acuerdo que garantiza la venta al exterior del producto nacional a dicho mercado.

El pasado 30 de abril el Departamento de Comercio estadunidense publicó en el Federal Register un aviso sobre su intención de mantener la vigencia –cinco años más– de los Acuerdos de Suspensión, los cuales comenzaron el 19 de diciembre de 2014 y tuvieron enmiendas en 2017 y este año.

Dicho pacto evita la imposición de cuotas compensatorias al azúcar de México, que se determinaron en las investigaciones antidumping y sobre subsidios en contra de las importaciones de ese producto.

Los acuerdos entre ambas naciones establecen que los ingenios mexicanos deben cubrir las necesidades de abasto de azúcar en el mercado nacional y después gozar de un acceso preferencial libre de arancel para abastecer 100 por ciento de los requerimientos de Estados Unidos.

Buena señal que brinda seguridad: Economía

La SE consideró que el anuncio realizado por el Departamento de Comercio es una buena señal para las exportaciones de azúcar mexicana, pues brinda certeza y permite mantener el acceso al mercado del país vecino en condiciones preferenciales.

Comentó que mantener el acceso a ese mercado beneficia a productores de caña y sus familias, así como a los ingenios que se ubican en 15 estados, con un impacto positivo en 267 municipios.

En tanto, la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera (Cniaa) celebró la decisión estadunidense de mantener la vigencia del acuerdo azucarero.

Gracias a los trabajos realizados de manera conjunta entre ingenios y el gobierno de México, los acuerdos seguirán en vigor hasta la siguiente revisión quinquenal, que será hasta abril de 2025, apuntó la Cniaa.

El organismo subrayó que la prórroga contribuirá a una mayor certidumbre para la agroindustria azucarera mexicana, particularmente en estos momentos difíciles provocados por la crisis sanitaria y económica causada por la pandemia de Covid-19.