Miércoles 6 de mayo de 2020, p. 10
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) llegó ayer a su 31 aniversario disminuido política y electoralmente, pero con la apuesta de recuperar la confianza de la ciudadanía en las elecciones de 2021, en particular aquella que empieza a dar visos de decepción frente al actual gobierno.
Con ese fin, esta fuerza política se asumió como el principal contrapeso del gobierno federal y como el partido que representa a la verdadera izquierda del país. Ello en un pronunciamiento que se dio a conocer este martes, dado que el confinamiento por la contingencia sanitaria impidió una celebración pública.
No obstante esta autopercepción, el PRD tiene poco de qué presumir en cuanto a puestos de elección popular, pues sólo mantiene la gubernatura de Michoacán, tres senadurías y 11 diputaciones federales.
En sus mejores tiempos, entre 2006 y 2012, llegó a gobernar con candidatos propios Baja California Sur, Chiapas, Morelos, Tabasco, Tlaxcala y Zacatecas, en alianza con otros partidos.
Aunado a esa reducción, carece de registro en un tercio de los estados del país. Debido al pago de multas y a la disminución de sus prerrogativas a la mitad derivado de que su votación pasó de 10 al 5 por ciento en las últimas elecciones federales (en este año recibirá poco más de 400 millones de pesos), tuvo que dar por terminada la relación laboral con trabajadores sindicalizados y de confianza, algunos de los cuales fueron recontratados en condiciones laborales diferentes.