Jueves 7 de mayo de 2020, p. 8
A lo negro se le ha adjudicado lo malo
, dice la directora y guionista de Negra, Medhin Tewolde.
Este documental narra las historias de varias mujeres que se identifican como afrodescendientes en México, país que ha negado y discriminado a esa comunidad; los testimonios son punzantes.
La cinta forma parte del festival Ambulante, que ahora se transmite en línea; estuvo disponible el martes pasado, cuando también tuvo lugar una conversación entre la realizadora, cibernautas, y la investigadora Gabriela Pulido. Moderó la productora y locutora Tatiana García Altagracia.
¿Qué nos hace negras?
, preguntó la moderadora a Tewolde. La respuesta es cada vez menos clara, explicó la documentalista. Para compartir su experiencia, quiso hacer una película sobre lo que han vivido otras mujeres afrodescendientes en este país; por eso ella misma aparece en la cinta.
El color de su piel también ha significado para ella justificar su permanencia en el lugar donde nació, creció, vive y se siente ajena. Lo anterior no se lo cuestionan otras etnias, considera Tewolde.
Salió a cuadro porque me debatía la legitimidad de contar las historias de otras personas
, para hablar de un tema que a ella le interesaba. “Tenía siete años cuando por primera vez alguien en la calle me llamó ‘negra’. Volteé a ver a quién le hablaban, hasta que entendí que era a mí. Ese día supe que yo era negra, y las risas de alrededor me hicieron ver que quizá no era algo bueno”, revela Tewolde al inicio del filme.
En su recorrido por comunidades de Chiapas, Oaxaca y Guerrero, donde fue filmado, la directora encontró a muchas personas con rasgos afro que no se reconocían como tales. ¿Por qué es difícil que alguien se adscriba afrodescendiente?
, se preguntaba.
Concluye: por el desconocimiento de la población afrodescendiente sobre su historia y, por tanto, su participación en la construcción de la identidad mexicana, así como por las características negativas que se han asociado a los negros.
La poca historia que se conoce sobre ellos pareciera que empieza con el periodo de la esclavitud, pero comienza mucho antes
, dijo la cineasta.
Además, muchos no quieren asociarse con ese concepto, agregó.
Cuando Medhin creció no tuvo referentes negros de los que sentirse orgullosa: los que veía en la publicidad, la televisión o el cine eran ridiculizados o hipersexualizados.