Durango, Dgo., La presa de jales de la mina San José de los Manzanos, propiedad de la empresa Imirsa, ubicada en el municipio de Canelas –en plena sierra Madre Occidental–, reventó y contaminó el arroyo San Bernabé, de donde diversos poblados obtienen agua. El arroyo desemboca en el río Humaya, que a su vez termina en la presa Adolfo López Mateos de Badiraguato, Sinaloa.

El incidente ocurrió el viernes pasado. De acuerdo con la primera revisión realizada por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), se derramaron más de seis millones de litros de jales, residuos de la extracción y refinación de plomo y zinc obtenidos en San José de los Manzanos.

La Profepa indicó que el embalse sufrió una ruptura ocasionada por haber llegado al límite de su capacidad y seguir recibiendo desechos, lo que ocasionó que parte de un camino vecinal quedara cubierto de sustancias pesadas.

También se llenó de jales una superficie de casi ocho mil metros cuadrados de la propiedad privada Lagunita de Coroneles, que cuenta con bosques de pino y encino. El material fue arrastrado a lo largo de cinco kilómetros aguas abajo del arroyo San Bernabé, llegó a la localidad del mismo nombre y se juntó con el río Humaya.

Luis Jaime Soto Arrieta, secretario del ayuntamiento de Canelas, manifestó que los habitantes de San Bernabé y de otras comunidades cercanas usan el agua del Humaya para sus cultivos y uso doméstico.

Por lo pronto, la Profepa clausuró la mina hasta que Imirsa limpie la superficie contaminada, y el martes anterior interpuso una denuncia formal ante la Fiscalía General de la República contra San José de los Manzanos, por la afectación ambiental.

Soto Arrieta informó que la clausura de la mina dejó sin trabajo a más de 30 vecinos de Canelas, y ahora los lugareños no están en condiciones de usar el agua de los manantiales aledaños por el riesgo de que los cuerpos de agua estén contaminados.