París. Sin torneos de futbol locales e internacionales, con una pausa prolongada e inimaginable, los aficionados sufren síndrome de abstinencia de la cancha, una ansiedad por recuperar eso que han consumido durante años de forma ininterrumpida; ahora se las ingenian para satisfacer su adicción con lo que está al alcance, ya sea con simulaciones de partidos en videojuegos, repeticiones de duelos legendarios y apuestas en campeonatos de países exóticos que todavía siguen en competencia pese a la pandemia del coronavirus. Lo que sea mientras regresan a las dosis habituales del balompié.

Sé que algunos piensan que un partido son 22 bestias que corren detrás de un balón, pero para mí el futbol es una escapatoria. ¡Es incluso vital para nuestro equilibrio mental!, explica Mourad Sefiance, fan del París Saint-Germain.

Hay gente que hace yoga para calmarse. Por mi parte, necesito gritar, estar en el estadio, apoyar a mi equipo, para estar bien, señala un seguidor de un club francés, privado de su terapia al menos hasta agosto.

“Es como si ya no hubiera dealers (distribuidores de droga)”, bromea Mehdi, un agente aeroportuario que echa mucho de menos los partidos del Marsella.

Desde el parón de las competiciones en marzo por el Covid-19, un joven británico, Jamie Towers, ha estado contando los días en las redes sociales. En el día 14 sin futbol llegó a encender una bengala desde su ventana para celebrar una victoria... ¡en el videojuego Football Manager!

Disponible en descarga gratuita del 18 de marzo al primero de abril para ayudar a soportar el confinamiento, ese célebre juego de simulación de entrenador de futbol ha reunido hasta 877 mil 400 jugadores activos en este tiempo de encierro forzado, según su editor, SI Games.

Cuando pasas todos los días del año consumiendo futbol, estás obligado a continuar un poco aunque no haya. ¡El síndrome de abstinencia lleva un tiempo! Ahora está bien, ya no pienso más en ello, pero al principio tenía esa necesidad de continuar la aventura, señala Cédric, un aficionado franco-italiano del Inter de Milán.

El Borisov es el Barça del confinamiento

En esta aridez de futbol, el mundo de las apuestas en ligas desconocidas ha conseguido captar seguidores que en el pasado jamás imaginaron seguir ligas como la de Bielorrusia.

El BATE Borisov es el Barça del confinamiento, dice el operador de apuestas en línea Hervé Cohen, quien encontró la oportunidad de apostar en la liga de Bielorrusia, una de las pocas en activo desde marzo en todo el mundo.

Acostumbrado a apostar grandes sumas únicamente en las cinco grandes ligas europeas (Francia, Inglaterra, Alemania, Italia y España), este experto contable invirtió únicamente 15 euros a favor de los buenos resultados del Neman Grodno o del FC Minsk. Y obtuvo 470 euros de ganancia.

He visto a muchos apostadores que comienzan ahora a hablar de Corea del Sur. Es gracioso, pues antes de la crisis está claro que nunca hubiéramos tenido la idea de ir más lejos que la liga brasileña, añade.

Para los otros enamorados del buen futbol, los que priman ante todo la calidad del espectáculo, quedan las repeticiones de partidos de leyenda en las cadenas deportivas clásicas, privadas ahora de contenidos en directo.

Hago un listado de los mejores partidos de la Liga de Campeones en los 30 últimos años y me encontré con el Nantes-Juventus de 1996 (3-2 en la vuelta de semifinales). ¡Ni sabía que el Nantes había hecho un partido así en (el estadio de) La Beaujouire!, cuenta Thibault, un francés de 31 años que se encuentra en paro parcial por esta crisis sanitaria.

Ha visto más de una veintena de partidos legendarios desde el inicio del confinamiento. Nada puede remplazar la adrenalina de un partido de verdad, pero intento compensar con otra cosa para que mi cerebro no se olvide de la droga del futbol.