Hasta el momento la pandemia de Covid-19 no ha implicado la interrupción de insumos que utiliza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) para llevar a cabo las mediciones de la actividad económica.

De aumentar los niveles de no respuesta en el segundo trimestre del año, ya que existe el riesgo de que puedan incidir en la contabilización, se resarcirán las encuestas nacionales con modelos econométricos que puedan ver los factores positivos o negativos del Covid-19 en la producción, informó Francisco Guillén, director general adjunto de Cuentas Nacionales.

En entrevista, explicó que el producto interno bruto es una variable de muchas otras que mide el Sistema de Cuentas Nacionales de México. Para su integración, dijo, se usan un sinnúmero de fuentes de información, a través de los censos económicos y registros administrativos públicos y privados.

Para integrarlo se da seguimiento, por un lado, a la demanda. Por otro, a la producción. También se comparan ambas variables para ver qué tan coherente es una con otra. En el contexto de la contingencia sanitaria, que ha implicado la salida de las calles de trabajadores de campo del Inegi, ya se llevaba a cabo un levantamiento vía Internet entre 70 por ciento de unidades económicas del país.

Agregó que en el enfoque de la producción se hace el ajuste de la economía informal, en el que entran algunas partes del trabajo de artesanía, sector agropecuario y construcción. Sin embargo, las actividades ilícitas se sabe que se mezclan con los registros que se reportan, pero no hay manera de identificarlas claramente.

Francisco Guillén destacó que, de acuerdo con las cifras de actividad económica que fueron reportadas en el primer trimestre de 2020, las afectaciones al turismo y los servicios agrupan efectos de la pandemia de Covid-19, pero hay otras que arrastran desaceleraciones estructurales, como la minería petrolera.