Convocados a la presentación del plan de ingreso a la nueva normalidad, los mandatarios de la Ciudad de México, Quintana Roo y el estado de México respaldaron el diseño que prevé la reapertura gradual mediante el sistema de semáforo, pero advirtieron que debe instrumentarse con cautela, con el fin de evitar los riesgos de un repunte de la epidemia de Covid-19.

El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, destacó la medida que permite mitigar efectos económicos que en su entidad implicaron la pérdida de 80 mil empleos, 22 por ciento del total.

La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, aseveró que el valle de México aún enfrenta una etapa de alto contagio, por lo cual será la próxima semana cuando conjuntamente con el estado de México anuncien los tiempos para el retorno a la normalidad en la región.

Somos un continuo urbano y no tendría sentido que Iztapalapa tuviera una manera de regresar a la normalidad y Nezahualcóyotl tuviera otra, cuando sólo nos divide una avenida.

El gobernador del estado de México, Alfredo del Mazo, destacó la importancia de contar con una hoja de ruta para el retorno a la normalidad e hizo énfasis en la necesidad de buscar un equilibrio entre las prioridades de salud y la reactivación económica. Subrayó que su entidad representa 14 por ciento del producto interno bruto de la industria automotriz nacional y 7 por ciento de la construcción.

Joaquín explicó que Quintana Roo depende del turismo y desde marzo casi 8 millones de asientos de avión con destino a la entidad fueron cancelados. Señaló que a pesar de los acuerdos con el sector empresarial para preservar la planta laboral, no ha sido posible en muchos casos pero confió, en entrevista después de la conferencia, en que los inversionistas estatales preserven las 400 mil plazas que aún existen.

Explicó que Quintana Roo está en una etapa en la que se proyecta un descenso en la presencia de la epidemia, después de una gran intensidad de contagios. En la actualidad hay mil 144 casos, de los cuales hay menos de 300 activos. En los hospitales sólo hay 200 pacientes internados, lo que permite tener disponible gran parte de la estructura hospitalaria.

Del Mazo resaltó que el valle de México es una zona de alto riesgo, porque hay 20 millones de habitantes, por lo cual las medidas que se vayan tomando para la reactivación económica y el regreso a la normalidad deben ser responsables y adecuadas a cada una de las etapas.