Jueves 14 de mayo de 2020, p. 4
Además del sobrecosto que la representación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Hidalgo aceptó pagar por 20 ventiladores que ya devolvió, el organismo debe explicar por qué se decidió hacer trato con el distribuidor (Cyber Robotics) de esos equipos, cuando el fabricante, Imágenes y Medicina SA de CV es mexicano, señalaron funcionarios del gobierno federal.
Ayer, el IMSS dio a conocer la devolución de los respiradores que hace unos días fueron motivo de polémica por su elevado precio, superior a millón y medio de pesos por ventilador, y porque el dueño de la empresa, León Manuel Bartlett Álvarez, es hijo del director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett.
Por este caso, la Secretaría de la Función Pública (SFP) dio inicio a una investigación que debe continuar aunque la compra no se haya concretado, advirtieron las fuentes consultadas por La Jornada.
El pasado fin de semana, la representación en Hidalgo informó al director del IMSS, Zoé Robledo, y a otras instancias del gobierno federal sobre la devolución de los respiradores. Esgrimió varias causales, entre ellas que algunos equipos no son nuevos, otros incumplen los requerimientos técnicos solicitados y tampoco se dio capacitación al personal del Seguro Social para su uso.
En su momento, Robledo defendió el procedimiento de adquisición. Dijo que la titular de la oficina de representación del IMSS en Hidalgo, Claudia Díaz Pérez, recientemente electa, es una profesional de la salud pública y había cumplido con su trabajo con el fin de garantizar la disponibilidad de equipos de ventilación mecánica para hacer frente a la pandemia de Covid-19.
Incluso justificó el sobreprecio, de un millón 550 mil pesos, porque Cyber Robotics fue el único proveedor que ofreció la entrega inmediata de los ventiladores. En conferencia matutina en Palacio Nacional, sostuvo que se hubiera podido comprar más barato, pero la entrega habría sido en mayo o meses después, cuando ya no serían necesarios.
Robledo también explicó que para atender la emergencia sanitaria se decidió dar a los representantes del Seguro Social la facultad de buscar y comprar los insumos que hagan falta. Con la modificación de la estructura administrativa aplicada en el actual gobierno, esta atribución estaba reservada para la administración central.
Los funcionarios entrevistados advirtieron sobre el tiempo que transcurrió entre la entrega de los equipos –hace tres semanas– y que los técnicos del IMSS se percataran de las fallas. Dada la urgencia que supone la pandemia, lo esperable es que de inmediato se procediera a la verificación técnica y la instalación en los lugares de hospitalización.
Al respecto, el IMSS indicó que aunque se recibieron los equipos, no sufrió ningún daño patrimonial, pues por norma está prohibido hacer pagos anticipados. Recordó que una situación similar ocurrió semanas antes con la compra de 2 mil 500 ventiladores, acordados con una empresa extranjera, la cual incumplió la fecha de entrega. Tampoco se realizó pago alguno y el contrato quedó cancelado, indicó el organismo.