Mexicali, BC., De las 519 defunciones por coronavirus que ha registrado la Secretaría de Salud (Ssa) de Baja California, tres corresponden a la región de San Quintín, donde trabajan miles de jornaleros agrícolas, la mayoría procedentes de Oaxaca, y donde la principal carencia es el agua potable, a pesar de que una de las recomendaciones de las autoridades sanitarias es el constante lavado de manos.

Además, de los 3 mil 136 contagios acumulados hasta el 16 de mayo, según la Ssa estatal, 19 casos son de esta zona, ubicada al sur del municipio de Ensenada, que por decreto se convertirá en municipio en 2024.

Al respecto, la dirigente de la organización Alianza de Mujeres de Diversos Colores, Lucila Hernández, señaló que el gran problema de los jornaleros agrícolas para contener la propagación del Covid-19 es la falta de agua en las casas.

La luchadora social se refirió a las campañas de salud del gobierno donde se recomienda el lavado de manos de manera constante, entre otras medidas de higiene para mitigar el virus, y entonces ¿cómo le hacemos nosotros que no tenemos agua?, inquirió.

En los campos hay agua, pero no en la mayoría de comunidades ni en las viviendas; dependemos del agua que se vende en pipas o que manda el gobierno, expuso.

Dijo también que los trabajadores agrícolas salen de sus casas a diario a las 3 de la mañana y su jornada laboral se extiende hasta las 6 o 7 de la tarde, sobre todo ahora que es la temporada de pizca de fresa, arándano y frambuesa.

Destacó que el problema es mayor para los niños y adultos mayores que se quedan en casa por la emergencia sanitaria y más tarde cuando los trabajadores llegan a descansar, pues se encuentran sin agua para su higiene personal

Agregó que integrantes de la Coordinación Social Regional ha insistido con el gobierno, a través de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada, que nos apoyen con agua y esperamos que se regularicen los envíos de pipas porque lo hacen una o dos veces al mes.

Critica activista la falta de apoyos sociales

Lucila Hernández criticó de igual forma la falta de apoyos sociales, pues se “concentran en una sola área, los beneficiarios ya no saben con quién acudir cuando hay problemas o no llegan los apoyos.

Es una especie de cacicazgo, porque apenas a finales de abril llegaron despensas a las comunidades de Santa María los Pinos y Venustiano Carranza, manifestó.

La lideresa de jornaleras agrícolas sostuvo que quienes reaccionaron en San Quintín para atender los estragos de la pandemia de Covid 19 son las empresas, porque "el gobierno está muy lento"

Esta semana, Lucila Hernández y Rito Valle, otro jornalero, acudieron como representantes de sus comunidades a una reunión con empresarios del rancho Los Pinos para buscar solución a la canalización del agua, “a fin de que ya no afecte a la comunidad".