Su sabor, igual a las originales
Productores utilizan metanol que consiguen muy barato porque no paga impuestos
Domingo 17 de mayo de 2020, p. 15
Es llanamente una cuestión de dinero. Tener claras las consecuencias de envenenamiento por metanol al incorporarlo para adulterar bebidas alcohólicas no ha frenado nunca esa práctica que deja al año en el camino cientos de vidas y miles más con secuelas físicas irreversibles.
Casi todo mundo acepta la explicación y sin mayor cuestionamiento, cuando se anuncia: murió por consumir alcohol adulterado
. Y ya.
Sin embargo, en este 2020, y en menos de un mes, sólo en Jalisco, Puebla, Morelos, Veracruz y Yucatán han muerto ya 121 personas por ingerir metanol mezclado en el tradicional aguardiente (de caña o de agave sobre todo) que suele conseguirse en pueblos, colonias y rancherías a precios muy baratos.
La criminal falsificación de las bebidas que contienen etanol (obtenido mediante la fermentación de compuestos que tienen azúcar y sus precursores, los almidones) es posible por dos razones fundamentales: lucro económico y la incapacidad inmediata de distinguir al consumir el metanol incorporado.
Si bien a lo largo de la fermentación coexisten etanol y metanol, éste se da en cantidades muy pequeñas e inocuas. Por eso cuando se empieza a hablar de la existencia de muertes por consumo de alcohol es porque éste se encuentra adulterado
y en elevadas cantidades, explica el químico Carlos Rius, académico en la Universidad Nacional Autónoma de México.
Y puntualiza: hace muchos años se impuso en México un impuesto adicional a las bebidas que tuvieran por arriba de 38 grados de alcohol. Esto hizo que se disminuyera la cantidad de aquél (etanol) para no pagar un sobre gravamen
.
En cambio, “el metanol –conocido como alcohol industrial o de madera– no paga impuesto de bebida y es mucho más barato, se usa en solventes, pinturas e insecticidas, entre otros, aunque siempre puede haber un mercado negro
y parte de ese alcohol se va a otro lado”, añade Rius.
En el organismo humano el etanol, al metabolizarse, se convierte en acetaldehído y éste en ácido acético que no es muy tóxico.
En cambio, para producir metanol (a partir de gas y la destilación de madera) no se requieren grandes plantas industriales y puede obtenerse también mediante procesos rudimentarios. Al beberse se convertirá en formaldehído que es cancerígeno, y después el organismo lo convertirá en ácido fórmico que se va por el torrente sanguíneo y produce el envenenamiento
.
Académico desde hace 45 años en la Facultad de Química, el doctor Rius expone las alteraciones físicas por el consumo del producto falsificado, y alerta: al alcohol normal le están añadiendo metanol porque lo obtienen muchísimo más barato. Al consumirlo su primer efecto es de euforia, como en el etanol y no se distingue el sabor entre uno y otro
.
Precisa, además, que la gravedad de los efectos que produzca el metanol será según la cantidad, condición física y grado de alcoholismo del consumidor.
El efecto dañino no es inmediato. De hecho ocurre como con el etanol que produce un estado de euforia. El problema es cuando se empieza a metabolizar en el organismo e inician los síntomas
, hasta causar incluso la muerte.
Cómo distinguir la presencia de metanol en una bebida es un proceso que sólo puede hacerse en un laboratorio. Por ello, Rius pide a los consumidores acudir siempre a fuentes confiables. No comprar a quien esté vendiendo muy barato el producto porque seguro ahí hay algo raro, pues el distribuidor, o no pagó impuestos o vende una bebida que ha sido adulterada
.