es genial reunirnos con Robbie
Miércoles 20 de mayo de 2020, p. 7
Por primera vez en años, Robbie Williams, Gary Barlow, Mark Owen y Howard Donald volverán a tocar juntos las canciones que los llevaron a la fama en la década de los 90.
El motivo es un concierto vía streaming que recaudará fondos para las organizaciones benéficas Nordoff Robbins y Crew Nation, afectadas por la pandemia. La cita es el viernes 29 de mayo a las 14 horas de la Ciudad de México y podrá verse en Facebook y YouTube.
En un comunicado, los integrantes de Take That comentaron: Siempre es genial juntarnos con Robbie y estamos muy ilusionados de ser parte de este concierto único que todo mundo podrá disfrutar desde sus casas
.
La banda dejó atrás las desavenencias de hace 25 años. Una fase de su historia rodeada de excesos, arrepentimientos, malos peinados y cuestionados pantalones. Hubo también reventones, averías y, en medio de todo, posiblemente su mejor álbum, refiere The Independent.
Nobody Else fue lanzado el 8 de mayo de hace un cuarto de siglo. Hasta entonces, la banda era vista, incluso por algunos dentro del grupo, como los chicos rebeldes y originales del top 10. Eran irreverentes, casi siempre estaban medio desnudos y con una línea agradable de pop desechable. Una fórmula que había sido tremendamente exitosa.
Carta fuerte del pop británico
Take That era, por mucho, la más grande fuerza del pop británico. En 1995 había vendido más de 4 millones de discos y colocado una docena de sencillos entre los más populares. Nobody Else, sin embargo, los llevó al siguiente nivel. En éste se confirmaba el talento de Barlow como compositor. El álbum incluye su mejor canción: Back for good.
El disco vendió 6 millones de unidades. Y eso fue lo más cerca que Take That estuvo de conquistar el mercado estadunidense (se quedó en el sitio 69 del Billboard Hot 100).
Sin embargo, y como suele ocurrir en la industria, se trataba de un triunfo agridulce. Robbie Williams dejó la banda cuando iniciaron los ensayos para la gira de verano, el 17 de julio. En las noticias nacionales se volvió un tema de conversación.
Desgaste interno
Si Robbie se fue voluntariamente o fue expulsado, es algo que no se sabe con certeza hoy día. De cualquier forma, ningún lado estaba devastado por estar fuera de escena. Take That llevaba tiempo dividida en dos bandos: los trabajadores Barlow, Owen, Orange y Donald; y el fiestero Williams. Con su partida, un gran peso fue quitado de todos los involucrados.
Antes de Take That, Williams ya había estado en ácidos y éxtasis, pero temeroso de ser echado por el mánager Nigel Martin-Smith, al principio mantuvo la cabeza baja. Para 1995, sin embargo, vivía solo en un hotel en Manchester, bebiendo una botella de vodka por noche. En la época en que grabaron Nobody Else, Williams estaba devastado.
Al final, el punto de inflexión fue cuando Robbie, descaradamente, se fue a buscar un McDonald’s durante la preparación de la gira. Cuando volvió, encontró a sus cuatro compañeros esperándolo con los brazos cruzados. Querían hablar con él y pronto se volvió una pelea a gritos.
Si te vas a ir, vete ahora para que podamos seguir adelante
, le dijo Jason Orange. Y eso fue lo que Williams hizo. En su camino afuera, mentalmente exhausto, con resaca y lleno de papas, agarró una sandía y preguntó a sus antiguos camaradas si podía comerla.
Poco después surgieron imágenes de Williams festejando en el sur de Francia con George Michael, lo que molestó a la banda. Sin embargo, no consideraron su partida como un golpe existencial y continuaron como cuarteto.
No obstante, en febrero de 1996, después de lanzar un disco con sus éxitos, Take That anunció su separación. Por su parte, Williams se había hecho una estrella internacional en poco tiempo.
En 2005 el grupo volvió a unirse. Sin embargo, los nuevos Take That fueron una propuesta muy diferente. Incluso con la participación de Williams para el LP y la gira Progress de 2010 (todavía con Jason Orange, quien salió de la banda en 2014). Vestían trajes y mantenían sus partes traseras escondidas de forma segura. Por tanto, es posible argumentar que el Take That original, los ídolos pop de ojos húmedos y pervertidos de mediados de los 90, tuvo su último y agridulce hurra con Nobody Else.