Sábado 30 de mayo de 2020, p. a10
Se había convertido en uno de los referentes del balompié mexicano, pero por temas extra cancha
, Enrique Borja miró casi todo el Mundial de México 1970 desde la banca. Ahora, 50 años después, el ex delantero no guarda rencores, al contrario, se emociona al recordarlo; el único señalamiento que hace es el estancamiento del Tri al no poder superar la barrera del quinto partido
después de tantas décadas.
Hubo temas comerciales, algo extra cancha, no platico mucho de eso por respeto al entrenador Raúl Cárdenas, que en paz descanse. Lamentablemente yo no pude llegar con él a buen término en el Mundial. Antes del partido contra Rusia me dijo que iba a jugar y al día siguiente no estaba en la alineación. No importa, ya pasó mucho tiempo
, narra tranquilo con motivo del aniversario del Mundial México 1970 que se celebra el domingo.
Borja no tuvo minutos en el primer partido en el que se enfrentaron México contra Rusia. Aunque en un inicio el enojo lo invadió, con el tiempo se resignó a las decisiones de la directiva.
A veces juegas también en la banca, te puedes sentir molesto porque no estás en la cancha, pero me sabía parte de la selección nacional, entonces tenía que ser tan compañero como cualquiera
, dice, aunque reconoce que escuchar a la gente que gritaba mi nombre en el estadio me daba desesperación por no ser parte del juego
.
El llamado Cyrano de los imposibles sólo disputó poco más de 60 minutos entre los partidos contra El Salvador e Italia, plantel ante el cual el Tricolor fue eliminado al caer 4-1.
A la distancia de ese torneo, Borja prefiere destacar la relevancia histórica que tuvo al ser el primer Mundial televisado a color, donde se mostraron las tarjetas amarillas y al cual asistieron jugadores míticos del futbol internacional, como Pelé o Franz Beckenbauer.