El humor, la capacidad de ayuda y la información veraz son algunas de las mejores herramientas para tranquilizar la mente en tiempos de pandemia, dijo el siquiatra David Szydlo durante la conversación que sostuvo con el escritor José Gordon sobre los recursos terapéuticos para enfrentar el virus del miedo. La conversación se realizó como parte de las actividades de El Aleph: Festival de Arte y Ciencia, que presenta estos días la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El especialista explicó que el miedo se origina ante situaciones en las que perdemos el control, como la muerte, principalmente. Por ello, durante el confinamiento sentimos miedo por no saber cuándo terminará la cuarentena, si nos vamos a contagiar o si tendremos necesidad de ir al hospital y ahí quizá no contar con un respirador.

Son ideas que sobrexcitan al cerebro; la memoria trata de buscar recuerdos de cómo manejar estas situaciones y, al mismo tiempo, la mente nos hunde en el pantano de que no tenemos el control. Ante ello, hay que empoderar al ser humano; es decir, devolverle el control, pensar en que sí hay cosas que se pueden hacer.

De miedo a pánico

La angustia y el miedo van de la mano; lamentablemente, es muy fácil que el miedo se transforme en pánico, ese pensamiento irracional que es irreductible a la razón, catastrófico, continuó.

De manera práctica, hay dos soluciones para tranquilizar al cerebro, una es el abrazo, a lo que quizá muchas personas en estos momentos no pueden recurrir, pero también está la respiración.

“Con ejercicios de respiración pasan fenómenos fisiológicos muy interesantes: el cerebro comienza a pensar diferente; el corazón, a latir más lento, y eso hace que muchas áreas del metabolismo funcionen mejor. La respiración es un gran tranquilizante. Hay técnicas que se pueden aplicar todo el tiempo, mientras se mira la televisión, en la calle o en el Metro.

“Cuando hay miedo se hace una cadena de eventos fisiológicos que alimentan al pánico. La mente pone en el mismo saco muchas experiencias que se parecen. Una de las cosas que hacemos los terapeutas es ayudar a las personas a sacar esas experiencias y decirles: ‘está es A y esta es B, se parecen, pero no son lo mismo’. Hay que poner en contexto una realidad funcional, ayuda muchísimo”, puntualizó Szydlo.

Advirtió que todas las incertidumbres en torno a la emergencia sanitaria que estamos viviendo están en nuestros cerebros, las pensemos o no, lo cual “genera una reacción aguda de estrés que terminará por convertirse en un trastorno de estrés postraumático, condición muy incapacitante.

“Ese trastorno está caracterizado por la repetición constante del trauma en la cabeza. El trauma es un evento impredecible que nos saca de nuestras herramientas habituales.

¿Cómo lidiar con ello? Lo primero es que todos tenemos que entender que la pandemia por el Covid-19 es un fenómeno que va a pasar, de la que la gran mayoría de las personas va a salir bien librada, que vamos a seguir adelante y que la vida va a continuar, con todos los cambios que implica. Ese es el mensaje que hay que transmitir.

“Otro mensaje positivo de la cuarentena es que son momentos de reflexión muy importantes. Hay personas que lo están viviendo de manera increíble: tomando cursos en línea, comunicándose con la familia de manera distinta, usando el tiempo para aprender nuevas prácticas, para leer más.

“Hay que hablar, tener mucha comunicación afectiva. Eso ayuda a evitar el estrés postraumático, para que lejos de pasar por esto como un trauma se viva sólo como una experiencia difícil.

“La salud mental es también salud; es decir, las personas deben entender que cuando se vean rebasadas, al no poder manejar sus emociones, deben acudir a alguien.

Hay muchísimas líneas de ayuda gratuitas, siquiatras o terapeutas que pueden ayudar con una o dos pláticas, simplemente para poder organizar lo que está ocurriendo en la vida familiar en este momento.

El doctor Szydlo insistió en que salir del proceso que vivimos llevará tiempo, pero no debe ser un tiempo muerto, ya que es responsabilidad de cada uno convertir este proceso en algo creativo y resiliente.

La sociedad mexicana cuenta con herramientas para resistir, como “el humor; hay que apoyarnos en él. Lo segundo es nuestra capacidad de ayuda; hay proyectos increíbles, como jóvenes que hacen llamadas a personas de la tercera edad para que no se sientan solas, para ver qué se les ofrece o simplemente contarles un chiste y escucharlas.

Por último, hay que ofrecer información veraz, con la cual las personas se sientan tranquilas. Ayudarnos entre todos de esta manera puede hacernos sentir orgullosos de pertenecer a la raza humana, concluyó el especialista.

La charla completa entre José Gordon y el doctor David Szydlo se puede consultar en a liga https://bit.ly/2XDGWvk