Como parte del Plan DN-III-E para atender la emergencia sanitaria por el coronavirus, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) habilitó una Unidad de Hospitalización Covid-19 en el Campo Militar Número uno, donde personal médico civil y militar atiende a pacientes con síntomas del virus.

La unidad está equipada con 100 camas, respiradores y tanques de oxígeno, y cuenta con ambulancias con cápsulas móviles con el fin de dar atención a los ciudadanos que presentan síntomas relacionados con el virus.

Con el personal y equipo médico indispensable –106 trabajadores de la salud entre enfermeras y médicos–, este hospital ofrece servicios a la población abierta como aquella que carece de seguridad social.

Raúl Sandoval, médico cirujano con grado de teniente coronel, señaló en entrevista con La Jornada que la Sedena está a cargo de unas 30 instalaciones operativas acondicionadas en todo el país. La enfermedad es agresiva, hay una taza de contagio alta; sin embargo, si es leve o moderada es tratable. Hay que tenerle respeto. Es momento de no bajar la guardia y que la sociedad siga las medidas sanitarias, que mantenga la sana distancia porque se trata de una enfermedad real, la gente está falleciendo por esto.

Médico especialista en neumología, explicó que en el sitio donde se edificó el hospital estaba antes el sexto grupo de morteros.

En mayo se adaptó y se reconvirtió para el tratamiento exclusivo de pacientes que portan el virus. La parte de abajo para 50 pacientes hombres y el primer piso se destinó para 50 mujeres. Está diseñado para atender militares en activo, retirados, derechohabientes, pensionados, y civiles de cualquier institución púbica o que no tenga ninguna seguridad social.

Indicó que con base en las estadísticas, el Covid-19 es una enfermedad que ataca más a hombres de 45 años con obesidad mórbida, diabetes o hipertensión, y a mujeres de 55 años. El hospital lugar fue diseñado con el propósito de atender a los pacientes con neumonía moderada que requieran oxígeno, pero no intubación.

Giorgio Alberto Franyutl Kelly, doctor en bioseguridad, es uno de los especialistas reclutados luego de que el gobierno federal emitió una convocatoria con la finalidad de contratar médicos y enfermeras. Tiene experiencia en crisis humanitarias a escala internacional.

Verifica todos los procesos del hospital, desde la lavandería y las rutas de entrada y salida de pacientes hasta que todo el personal se coloque de manera adecuada el equipo sanitario de protección.

Ochenta por ciento del personal de salud se contagia al quitarse el traje de seguridad; esa es una lección que aprendí de la crisis del ébola en 2015. Entonces, la técnica para despojarse del equipo tiene lleva una serie de pasos, es tardada y compleja.

Respecto del ingreso a la nueva normalidad, explicó que hay gente a la que no se puede criticar porque tiene que salir de casa para ganarse el pan, y es la que más me duele, porque uno no puede caer en ese privilegio de decir quédate en casa si no tienen qué comer. Entonces se sugiere que si deben salir mantengan una buena y firme distancia, jamás se toquen la cara, utilicen cubrebocas, realicen el lavado de manos y al llegar a casa guardar la ropa y los zapatos que utilizaron en una bolsa aparte, así como meterse a bañar. Eso es más que suficiente.