Miércoles 10 de junio de 2020, p. 24
Oxford. Manifestantes contra el racismo en Reino Unido, indignados por la muerte de George Floyd en Estados Unidos, están decididos a eliminar los símbolos del pasado colonial británico tras el espectacular derribo, el domingo pasado, de la estatua de un traficante de esclavos en Bristol.
Ayer por la tarde, en coincidencia con el entierro de Floyd en Houston, miles de activistas británicos protestaron ante la estatua de Cecil Rhodes (1853-1902), magnate minero y político del siglo XIX; colonizó lo que llevó su nombre como Rodesia y actualmente es Zambia y Zimbabue.
Al grito de: ¡Abajo con él!
, colgaron pancartas del movimiento Black Lives Matter en la estatua.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, anunció que nombrará una comisión para que sean revisadas todas las estatuas, placas y nombres de las calles de Londres para asegurarse de que estos sitios reflejen correctamente los avances y la diversidad
de la ciudad, informó el diario británico The Independent.
Los activistas no lograron su propósito de derribar la estatua como lo hicieron manifestantes en Bristol, donde tumbaron y arrojaron al río la efigie de Edward Colston (1636-1721), comerciante de esclavos que traficó unos 800 mil hombres, mujeres y niños de África a América en el siglo XVII. La estatua fue colocada en 1891.
El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo entender a los manifestantes iracundos por la muerte de Floyd, pero condenó a quienes violan la ley, atacan a la policía y vandalizan los monumentos
.
Esta lucha es emulada en otros lugares de Reino Unido, como en Gales, donde se han lanzado campañas contra los monumentos que honran a un general del ejército británico que luchó en las guerras napoleónicas, Thomas Picton (1758-1815), infame por su trato a los esclavos en el Caribe.
En Edimburgo, Escocia, la estatua del político Henry Dundas (1742-19811), que trabajó para retrasar la abolición de la esclavitud, también resulta problemática.
En Londres, cerca del Parlamento, la estatua del ex primer ministro conservador y héroe de la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill, cuyas diversas declaraciones sobre cuestiones raciales causaron controversia, también fue atacada el pasado fin de semana.
A unos metros de ahí, manifestantes se congregaron ayer, al pie de la estatua de Nelson Mandela, en homenaje a Floyd.