El ex presidente del gobierno español (1982-1996) Felipe González dio luz verde a la formación de un grupo de mercenarios controlado por el ejército para combatir fuera de la ley a los terroristas de la organización armada vasca Euskadi ta Askatasuna (ETA), que se conocieron como Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), informó ayer el diario español de derecha La Razón.

La Agencia Central de Inteligencia (CIA) señala lo anterior en un informe recién desclasificado que data de enero de 1984.

El reporte añade que el gobierno parece determinado a adoptar una estrategia poco ortodoxa en relación con ETA, y agrega que los mercenarios no serían necesariamente españoles y tendrían como misión asesinar a los líderes de ETA en España y Francia. Sin embargo, pese a que sabían quiénes eran los dirigentes del grupo armado, se atacó a peces pequeños.

Los GAL, que operaron entre 1983 y 1987, mataron a ciudadanos franceses sin adscripción política conocida. Fueron responsables de 27 asesinatos y varios secuestros, torturas y malversación de dinero público.

El documento de más de 20 páginas de la CIA aporta más información de los primeros atentados de la agrupación parapolicial que practicó terrorismo de Estado contra la organización ETA y su entorno.

El informe titulado España: terrorismo vasco y respuesta gubernamental, fue elaborado por la Oficina de Análisis Europeo, refirió La Razón.

Aunque con algunos pasajes censurados, el expediente permite saber qué es lo que conocía Estados Unidos sobre el terrorismo de ETA y las GAL.

El gobierno español ha hecho un considerable progreso combatiendo a ETA en los últimos dos años y pronto conseguirá acabar con el núcleo de la organización terrorista vasca. El grupo está plagado de líderes ineficaces, fondos inadecuados, bases bajas y escasez de nuevos reclutas, apunta la CIA.

A renglón seguido, se recuerda que el gobierno de Felipe González, que muchos pensaban sería blando con el terrorismo, se ha mostrado implacable en la resolución para erradicar a ETA mediante una combinación de concesiones políticas a la minoría vasca e intensificando los esfuerzos legales.

Sobre los GAL refiere: han sembrado el miedo y la desorganización entre los rangos de los etarras fugitivos que se encuentran en Francia, donde ya habían sido asesinadas al menos nueve personas.

Tras un largo párrafo censurado, la CIA reflexiona: si la supuesta participación de Madrid se confirmara, las credenciales democráticas del gobierno español y del Partido Socialista estarían seriamente manchadas.

Según el documento de la agencia estadunidense, “las operaciones de los GAL son de procedencia incierta –en comunicados han asegurado ser de diversas nacionalidades–, con conexiones con el hampa, la Organización del Ejército Secreto (OAS), y la Legión Extranjera Francesa, aunque muchos periodistas españoles y observadores sospechan que el grupo pudo ser oscurecido por el gobierno español”, refiere la CIA.

A pie de página, el documento recuerda que no es la primera vez que se combate a ETA desde la ilegalidad, ya que en el pasado habían aparecido grupos como el Anti Terrorismo ETA (ATE), la Alianza Apostólica Anticomunista (Triple A) y el Batallón Vasco Español.

Los terroristas están todavía más a la defensiva porque saben que salir de España no garantiza la seguridad. Pese a que desde los GAL se alegaba que sabían cuáles eran los principales miembros de ETA y que esos eran sus objetivos principales, desde la CIA se aseguraba que se atacaba a peces pequeños y no a los líderes.

Un año después, la inteligencia estadunidense redactó un extenso informe sobre el terrorismo internacional dedicando especial atención a los Grupos Antiterroristas de Liberación con mucha más información procedente de lo publicado en las últimas semanas en el semanario Cambio 16, que le permite incluir algunos datos sobre mercenarios que habrían trabajado para el Batallón Vasco Español, como los franceses André Pervins y Jean Pierre Cherid, así como el argentino José María Boccardo Román, cuya biografía en la CIA sigue parcialmente censurada. La agencia también incluye las detenciones de colaboradores de los GAL por las autoridades francesas y recogía las especulaciones sobre quién podría estar detrás del grupo terrorista.

Apoyándose en informaciones periodísticas, la CIA no olvida la creencia general que señala al gobierno del entonces presidente del gobierno español Felipe González. También se aseguraba que ni González ni ningún otro alto funcionario había sido directamente apuntado en estas conexiones. En el informe también se incluía una completa cronología de las actividades de los GAL, desde el secuestro de Segundo Marey, a quien no se refiere por su nombre, el 4 de diciembre de 1983, hasta el asesinato el 2 de agosto de 1985 del miembro de ETA Juan María Otegui.

Uno de últimos expedientes en ser desclasificados está fechado en enero de 1984 y se refiere a la situación del terrorismo internacional.

Con algunas páginas y párrafos todavía suprimidos y pese a incluir algunas menciones a sucesos en Líbano o Siria, existe un atención preferente hacia la antigua Yugoslavia y, sobre todo, España. Hacía poco que ETA había secuestrado y asesinado al capitán de farmacia Alberto Martín Barrios, en un atentado que había creado gran impacto en la sociedad de la época. La CIA apuntaba que el crimen también trajo consigo un cambio en la política antiterrorista del gobierno de Felipe González.

Tras otra frase censurada se añade: los mercenarios no serían necesariamente españoles y tendrían como misión asesinar a los líderes de ETA en España y Francia. El denominado Grupo Antiterrorista de Liberación, similar a los escuadrones considerados por el gobierno, de hecho ha surgido en el sur de Francia. Los GAL han asesinado a dos conocidos activistas de ETA-M en el sur de Francia y secuestrado a un hombre de negocios español en Hendaya del que sospechaban que colaboraba con los terroristas.

El informe puede consultarse en: shorturl.at/aqwB9