Martes 16 de junio de 2020, p. 2
Washington. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) anunció ayer que revocó su autorización para el uso de emergencia de medicamentos contra la malaria para el tratamiento de Covid-19 promovidos por el presidente Donald Trump
, en medio de creciente evidencia de que no funcionan para ello y de que podrían causar efectos secundarios letales.
Ya no es razonable creer que la hidroxicloroquina y la cloroquina sean efectivas en el tratamiento del Covid-19. Tampoco es razonable creer que los beneficios conocidos y potenciales de estos productos exceden su riesgo conocido y potencial
, escribió Denise Hinton, científica principal de la FDA, en una carta al anunciar el fin de su uso de emergencia.
La FDA dio luz verde el 30 de marzo para que estos tratamientos antipalúdicos se prescribieran, solamente en hospitales, a pacientes contaminados por el coronavirus.
Trump puso grandes esperanzas en la hidroxicloroquina, cuya eficacia contra el Covid-19 nunca fue demostrada con argumentos rigurosos.
El magnate incluso se sometió a un tratamiento preventivo con hidroxicloroquina durante dos semanas. Pero la FDA advirtió el 25 de abril contra el uso de los dos antipalúdicos fuera de un hospital o ensayos clínicos debido al riesgo de trastornos del ritmo cardiaco
.
Estados Unidos tiene casi 116 mil muertes y 2 millones 104 mil contagios, según la Universidad Johns Hopkins.
En Brasil, el presidente Jair Bolsonaro continúa la promoción de la hidroxicloroquina como una cura milagrosa contra el Covid-19. En los meses recientes, pidió a las fuerzas armadas producir el fármaco en cantidades industriales y ordenó al ministerio de Salud emitir una recomendación para alentar a los médicos a recetarlo para pacientes con el nuevo coronavirus.
En Brasilia, el gobernador Ibaneis Rocha cerró el domingo el área en torno al palacio presidencial, los ministerios, el supremo tribunal federal y el Congreso, para evitar que partidarios de Bolsonaro se reunieran en la zona.
Chile extendió el estado excepcional de catástrofe que rige desde mediados de marzo por otros 90 días, en momentos en que la pandemia de coronavirus somete al sistema de salud a una fuerte demanda por los crecientes contagios.
El país bordea 180 mil infectados, y ha fracasado hasta ahora en cortar la cadena de contagios; la última semana sumó 5 mil 700 casos diarios, de los cuales entre 10 y 13 por ciento necesitarán hospitalizarse y la mitad requerirán ser conectados a ventiladores mecánicos.
En Perú, las brigadas campesinas que se enfrentaron contra grupos rebeldes de izquierda hace tres décadas ahora ayudan a frenar el coronavirus a punta de latigazos en zonas andinas, mientras los contagios se desbordan en la costa y en la Amazonia.
Con casi 230 mil casos de Covid-19 y alrededor de 6 mil 688 muertos en todo el país, la propagación del virus ha sido mucho menor en regiones andinas como Cajamarca y Puno, donde las llamadas Rondas Campesinas imponen el orden con duros castigos, en zonas donde el Estado está ausente.
Cajamarca tiene mil 279 casos de Covid-19 y 16 muertes, mientras Puno reporta 566 contagios y 13 decesos.
En Bolivia, un hombre con fuertes síntomas de Covid-19 falleció en las puertas de un hospital municipal de La Paz, donde le fue negada la atención, según una familiar, reportaron ayer medios locales, lo que elevó a seis el número de muertes en las calles por el virus.
En América Latina se reportan 80 mil 505 fallecidos y un millón 681 mil casos, según Afp.