La postura asumida por los gobernadores emanados del Partido Acción Nacional (PAN) en esta coyuntura tiene detrás intereses político-electoral les ante los comicios del próximo año, sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien calificó de politiquera la presentación del documento difundido este fin de semana, desestimando pretensiones golpistas o separatistas.

Sobre el posicionamiento de los panistas, comentó en principio que no entraría en dimes y diretes con los ejecutivos estatales, calificándolo, en principio, como legítimo y entendible. Sin embargo, más adelante en su conferencia, una pregunta sobre una reforma local para reducir las prerrogativas partidistas le dio pauta para criticar al PAN, pues acusó al partido más conservador de defender a los poderosos, de pugnar por un gobierno de potentados, porque son muy hipócritas, hay un doble discurso y oponerse a los apoyos a sectores populares.

López Obrador también se refirió a las movilizaciones que este fin de semana se realizaron en diversas ciudades auspiciadas por el Frente Nacional Anti-AMLO, sobre las cuales estimó que se ejerció el derecho a la libre manifestación, porque en la democracia es la mayoría la que manda, la que decide, respetando a las minorías. Dijo confiar en el pueblo, porque yo llegué con el apoyo de la mayoría de los mexicanos.

Al abundar en torno a los panistas, recordó que el próximo año se renueva la Cámara de Diputados y estarán en disputa 15 gubernaturas, entre ellas Chihuahua y Querétaro, bajo gobiernos panistas, por lo que, para hablar con franqueza, es lo que está detrás del posicionamiento. Aseveró que su gobierno se basa en las disposiciones del pacto fiscal para remitir las participaciones federales, que se entregan puntualmente.

En su oportunidad, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, censuró la construcción de grupos de gobernadores en el contexto actual de emergencia sanitaria. Sinceramente me parece hasta una intención de agruparse como golpista, perdón, pero lo veo de esa manera, separatista, sería mejor la palabra, separatista, el hacer grupos para empezar a diferir de una estrategia que debe ser nacional.

Más adelante, López Obrador marcaría su distancia respecto a la definición del mandatario veracruzano “yo no diría que es un agrupamiento golpista –con todo respeto a lo que dijo el gobernador–, ni siquiera diría que separatista, es un asunto político y estrictamente llamando las cosas por su nombre, diría politiquero, pero somos libres, prohibido prohibir”. Ironizó con la imputación panista que pretendía una república monárquica, adjudicándole estas pretensiones en la historia a los conservadores.

Los instó a actuar con responsabilidad para que no se mezclen las cosas. Una es la cuestión partidista y otra cuestión es el gobierno. También decirles que yo no me voy a dejar o no voy a permitir que se ningunee a la investidura presidencial. Tiene que haber respeto, dijo en alusión a las acusaciones recientes del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro (al cual no identificó), que acusó al gobierno federal, a la Presidencia y los sótanos del poder, de alentar a grupos opositores en su entidad, reiterando que hay un concurso para ver quien es mas grosero o lépero con el Presidente.