Tras 19 años y ocho meses de labor en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y trascender a cuatro ombudsperson, Lázaro Serranía Álvarez, colaborador del área de comunicación social, denunció que la actual administración del organismo ha violado flagrantemente mis derechos humanos laborales, debido a que no se le depositó el pago de esta quincena, por lo que exigió una explicación.

Un par de horas después que se hiciera pública esa denuncia, la directora general de Comunicación Social del organismo, Alejandra Ezeta, informó en el grupo de Whats app de la fuente que se trata de un cese y que ella asumía la responsabilidad del mismo. Sin embargo, a las siete de la noche, la CNDH emitió un comunicado donde desmintió a su propia jefa de prensa y aseveró que no existe tal despido ni falta de pago, sino que el colaborador se ha negado a pasar a recoger su cheque (quincenal) en el área de recursos humanos.

Serranía fue informado de su cese hasta el mediodía de ayer, tras comenzar a averiguar porqué no se le depositó su salario de la primera quincena de junio (el pasado día 10). En su denuncia señaló que la propia Ezeta le comentó vía telefónica que fue decisión del licenciado (Francisco) Estrada, quien es el secretario ejecutivo de laCNDH, y a quien fuentes al interior de la Comisión se refieren como el cerebro y la mano ejecutora de la actual presidenta Rosario Pie-dra Ibarra.

Fuentes del organismo revelaron que éste es apenas uno de varios casos de despidos injustificados, pues existen al menos 300 personas que han sido separadas de sus empleos, a algunos se les obligó a firmar su renuncia con sólo tres meses de sueldo como compensación y a otros se les despidió sin previo aviso ni indemnización.

Al respecto, funcionarios de la CNDH indicaron que se trata de ajustes para la restructuración de la dependencia, aunque no confirmaron el número de empleados cesados ni si se les dio o no el finiquito correspondiente.