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En el cine porno de Erika Lust la mujer es la protagonista

Apuesta por el sexo explícito con cuidado estético, credibilidad argumental y naturalidad // Lanza video en el que 24 actrices y actores hablan de su experiencia profesional y de cómo ha afectado a su trabajo el distanciamiento social

 
Periódico La Jornada
Miércoles 17 de junio de 2020, p. 6

Cuando vio cine pornográfico por primera vez, la sueca Erika Hallqvist sabía que algo la excitaba, pero también que le desagradaba.

No se sentía representada porque en esos filmes no se mostraba el placer femenino, y la mujer sólo aparecía para complacer a los hombres.

Las situaciones eran ridículas, estaban basadas en fantasías machistas: la chica en la habitación que descubre a su pareja teniendo sexo con su mejor amiga y, en vez de enfadarse, se une al trío, o el clásico del hombre feo, gordo y calvo teniendo encuentros con adolescentes ninfómanas o heroínas tragasemen: productos audiovisuales pobres.

Un día conoció los libros de Linda Williams, analista académica de la pornografía, y tras su lectura, decidió hacer cine porno-erótico.

En la actualidad, casada y madre, es una amante de su trabajo: escribe libros, es feminista y, sobre todo, produce, dirige y distribuye películas en las que el sexo explícito se muestra con cuidado estético, credibilidad argumental y naturalidad, lo que devuelve a la mujer la dignidad arrebatada por décadas de producción masiva de porno comercial.

Ahora se llama Erika Lust (Estocolmo, 1977) y se ha convertido en la renovación del cine para adultos desde su productora Lust Films & Publications, afincada en Barcelona, España.

El cine que hago no es sólo para mujeres, está hecho con una visión femenina, pero destinado a todo aquel que disfrute del erotismo.

Erika Lust busca hacer películas en las que la mujer sea la protagonista de historias con situación, conflicto y resolución. Lanzó en YouTube el video titulado Pay for Your Porn: The New Normal (Paga por porno: la nueva normalidad), en el que 24 actrices y actores hablan de su experiencia profesional y de cómo el distanciamiento social ha afectado su trabajo.

Diferencias

La directora, quien en su página web pone a disposición gratuita dos de sus libros (Porno para mujeres y Hagamos porno), charla con La Jornada para explicar, entre otros temas, en qué se distingue el cine erótico del porno convencional.

Claro que es posible otro cine para adultos; yo lo estoy haciendo, dice quien se califica como una provocadora, desde que estudió ciencias políticas.

¿Cómo decir a la gente que existe un cine porno feminista en un mundo machista, en el que el cine porno también lo es?– se le pregunta.

Responde: “hay un lugar para todo tipo de porno, pero existen alternativas al convencional y machista, no sólo de cómo se representan los roles sexuales y de género, sino también de las condiciones de trabajo y las medidas de seguridad en virtud de las cuales se realizan las películas. Hay varias producciones para adultos que se comprometen a pagar de manera justa a todos los que están involucrados en la realización y a salvaguardar los derechos y la dignidad de los intérpretes, garantizando un ambiente sexual.

“La mayor parte del porno que estamos acostumbrados a ver es de relaciones sexuales agresivas, trepidantes y no realistas en las que el hombre suele estar representado sólo por su pene y la mujer sirve a su deseo en el placer falso. Podemos representar el sexo en el que las mujeres y los hombres son tratados como colaboradores sexuales iguales, retratando historias y personajes creíbles, y dando espacio a diversos deseos, géneros y formas de tener relaciones sexuales, ya sea hardcore o suave.”

–¿Son la narrativa, la foto y la verosimilitud parte esencial de una buena película porno?

–Sí. No digo que mi porno sea el correcto o el mejor, sólo hago el que me gustaría ver como espectador. Creo que una película para adultos con bellas imágenes y una trama cautivadora puede ser mucho más sexy y excitante que el porno producido en masa que se puede encontrar en los sitios gratuitos de Internet, a menudo con títulos misóginos y racistas. Con mis películas quiero retratar el sexo caliente y realista, y para ello me ocupo de cada detalle. La iluminación y la fotografía bien estudiadas sin duda marcan la diferencia en la captura de toda la sensación del sexo.

Foto
▲ Arriba, la realizadora sueca al dar instrucciones a los actores, y abajo un fotograma de su película. Las imágenes fueron proporcionadas por la directora.

–¿Cómo se inspira para desarrollar una historia con narrativa?

–Cuando estoy filmando pienso en cualquier otro tipo de producción de película independiente para adultos. A partir de una idea desarrollamos guiones y story boards. Consultamos a nuestro director de arte, trabajamos en lugares interesantes y pasamos por un proceso de casting exhaustivo a fin de encontrar el ajuste perfecto para cada rol. Cuando estamos en el set hablo con ellos antes de filmar para asegurarme de que estén bien con la escena que están a punto de actuar, y luego los dejo ir con su propio flujo, sin ser insistente en mi dirección.

Serie de cortos Xconfessions

Erika tiene una serie de cortometrajes llamada Xconfessions, inspirada en las fantasías que la gente envía a su sitio web, mientras LustCinema muestra sus largometrajes.

“La pornografía gratuita puede ser tentadora, ya que es accesible para todos, pero no olvidemos que el trabajo sexual es trabajo real y los artistas sexuales merecen ser valorados y pagados de manera justa. Se necesitan energía y dinero a fin de hacer una película de calidad para adultos. Por eso es importante pagar por el porno que ves. Los artistas sexuales, columna vertebral de nuestra industria, están perdiendo empleos e ingresos.

–¿Cuáles son los lugares comunes más desagradables en el porno?

–Las principales películas porno giran en torno a los deseos de los hombres, mientras apenas se trata del placer de las mujeres. Esto también refleja la creencia común de que ellas no están interesadas en el sexo tanto como ellos. Uno de los conceptos erróneos más dañinos del sexo representado por la típica película porno es que sólo hay una manera correcta de tener sexo y disfrutar del placer. El sexo no es sólo un acto mecánico centrado en los genitales. Creo que hay una enorme carencia de películas que retratan la seducción, la química, la jugabilidad genuina, el consentimiento mutuo y la comunicación.

–¿Puede el cine erótico contribuir en la educación?

–El porno es inevitable en esta era digital y resulta ser nuestro primer educador sexual. La sociedad todavía no considera proporcionar una educación sexual adecuada para nuestros hijos como una prioridad, lo que, en mi opinión, es ridículo. Cuando el porno muestra roles de género dañinos y da prioridad al placer masculino, los chicos pueden aprender lo que se supone que deben realizar de cierta manera, como ser dominantes o creer que todas las niñas disfrutan de ser ahogadas, abofeteadas o atragantadas sobre su cara.

No podemos evitar que los niños encuentren porno en línea, por lo que es muy importante darles las herramientas para ser críticos y conscientes de lo que están viendo. Necesitamos que los padres hablen con sus hijos y tengan la conversación porno en casa. Enséñenles que el sexo es más de lo que pueden ver en línea. Como madre, esto es un asunto crucial para mí. Es la razón por la que mi esposo, Pablo, y yo creamos el sitio sin fines de lucro ThePornConversation.org, diseñado para ayudar a los padres y educadores a hablar con sus hijos sobre el tema.