Un acuerdo de buena voluntad es la única esperanza de la hermana María Leonor González Morales, de 80 años, para que la alcaldía Cuajimalpa no retire su escuela para niños con discapacidad ubicada en un terreno donde se remodela un gimnasio público en el pueblo de San Pablo Chimalpa.

El plantel es una asociación civil que atiende a 60 niños con discapacidad de comunidades cercanas e incluso del estado de México y opera gracias a donaciones, pero está en riesgo, advirtieron vecinos, pues durante la emergencia sanitaria las autoridades han excavado para remodelar el gimnasio, lo que ha generado grietas en una de las paredes del inmueble que atiende la religiosa.

Es una mujer de la tercera edad, es una injusticia que la quieran lanzar de un momento para otro considerando que hace una labor social, dijo Edith Hernández, una de las vecinas.

El acuerdo de voluntad, con número de oficio DGSU/JRV-640/2003 está signado por el entonces jefe delegacional Francisco de Souza y es el único instrumento legal con el que cuenta la hermana María Leonor para defenderse.

Los pobladores han apoyado a la mujer con la contratación de un abogado, quien prepara un amparo con el fin de detener la obra y garantizar la reubicación de la escuela.

Los colonos, que prefirieron mantenerse en el anonimato, denunciaron que la remodelación del gimnasio ha ocasionado vibraciones en al menos 10 casas a la redonda y exigieron a la dependencia conocer qué tipo de permisos tiene la obra.

Hace algunos años hubo un deslave en la ladera y nosotros no sabemos si esta construcción puede afectar la zona. Lo que queremos es que nos garanticen que no habrá daños de ningún tipo, pero que nos digan, señalaron los pobladores quienes ya hasta recurrieron al gobierno central para que otorguen información al respecto.

La Jornada buscó al alcalde de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava, para conocer los detalles de la remodelación del gimnasio, pero no se obtuvo respuesta.